Valera.- En el sector Loma Abajo, ubicado en el municipio Candelaria del estado Trujillo, unas 30 familias hicieron sus pesebres sin luces. La causa de este cambio en la tradición navideña es la ausencia de electricidad, desde hace cuatro meses.
Ismenia Benítez, habitante de la zona, denunció que el pasado 18 de septiembre, un rayo causó la explosión del transformador del poblado y, pese a sus constantes peticiones a la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec), el equipo no ha sido reemplazado.
“La Navidad se colocó pero sin luces, para no perder la tradición, pero es muy fuerte, sentimos que nuestro pueblo no tiene dolientes. Ya cuatro meses y no hay respuesta alguna”, dijo Benítez quien aboga por niños en etapa escolar y personas con diversidad intelectual.
Han entregado oficios a la empresa, pero esta se ha excusado por la falta de transformadores en el estado. Aseguran que hay más de 300 comunidades a la espera de equipos. Sin embargo, los afectados denunciaron haber sido discriminados por no tener centro electoral.
“Entendemos la crisis, pero el servicio eléctrico es muy necesario. Se han entregado oficios en Valera y a la funcionaria que vino cuando colocaron el de Mitimbis, porque tenían centro electoral y les convenía. Dicen que no hay, pero para ellos sí”, contó Benítez vía telefónica este martes 22 de diciembre.
Los ciudadanos del poblado agrícola Loma Abajo, han modificado toda su rutina por la falta de energía. Deben caminar media hora hasta el sector Santa Rosa para guardar alimentos, cargar teléfonos y linternas.
“Debemos ir a otro sector caminando como a 30 minutos a guardar los alimentos en casa de amigos, a cargar linternas y teléfonos. Hasta dos veces al día vamos”, detalló la joven educadora.
Hallacas solo para el 24
Las tradiciones de Navidad, en otrora una época feliz, también se han visto alteradas. En primera instancia por la falta de gas y ahora por la electricidad.
“Las hallacas se piensan hacer el 24 en el día y pocas para que no se nos dañen. Esto es estresante. No tenemos gas tampoco, hace como seis meses que vino y no ha vuelto. En fogón todo, porque cómo usamos cocinas de corriente”, cuestionó Benítez.
Igualmente, la principal fuente de ingresos del pueblo, la agricultura, ha tenido un revés económico. La cosecha de café, su rubro número uno, no ha sido la mejor de la temporada, pues deben pagar a terceros para culminar la producción.
“Para esta cosecha no hay como procesar el café. No se puede espulgar porque la maquina necesita electricidad, entonces se debe vender en grano. Así baja de precio o hay que pagar para que se lo hagan”, explicó Benítez.
Los habitantes de este pueblo de Candelaria mantienen la esperanza de ser atendidos antes de Año Nuevo. Aunque se sienten impotentes, porque no pueden cerrar vías, protestar y ser visualizados por la gobernación.