San Cristóbal.- El Día de las Velitas se celebra la noche del 7 de diciembre en varios países y Colombia es uno de ellos. Familias prenden velas que iluminan las calles y con ellas piden deseos y festejan la previa de la Inmaculada Concepción. La tradición ha sido también tomada por venezolanos del estado Táchira, zona limítrofe con Colombia, y las aceras, balcones y frentes de las casas fueron iluminadas con las velitas.
“Pido por la reconstrucción de mi Venezuela”, dijo Isabel Álvarez, una tachirense que compró sus velas y las encendió a las nueve de la noche, de este 7 de diciembre. Tiene la certeza de que la luz de sus tres velas tricolor iluminarán el futuro del país hacia la prosperidad y el bienestar de todos los ciudadanos. Esta costumbre la aprendió en Cúcuta, Colombia, hace tres años, cuando estaba allá haciendo compras navideñas y le sorprendió de manera grata el ritual de las familias.
De igual manera, Carmen Chacón se reunió con sus vecinos y en la acera hicieron una larga fila de velas de colores y cada una representó un deseo. “Yo pedí por el fin de la pandemia, por mi Venezuela, por los enfermos en los hospitales de mi país, por mi familia dentro y fuera de mi tierra y porque Venezuela salga de esta crisis humanitaria”, dijo.
Andreína Ramones, habitante de San Antonio del Táchira, localidad del Táchira más cercana a Colombia, contó vía telefónica que las calles estuvieron completamente iluminadas y llenas de velas. “Hace mucho no veía tantas personas en las calles. El año pasado, por el COVID-19, no salimos, pero este sí. Muchísimas personas con sus velas. Yo creo que todos anhelamos que termine la pandemia, que la frontera vuelva a ser próspera y que así Venezuela sea el mejor país del mundo y salga de la crisis. La frontera puede salvar al país”, aseguró.
En un recorrido realizado por las calles de San Cristóbal, El Pitazo vio a familias reunidas en los frentes de las casas, personas en negocios, grupos vestidos todos de blanco encendiendo velas y personas solas en balcones con sus velitas, iluminando las oscuras calles de San Cristóbal o aprovechando las lámparas puestas por candidatos durante la campaña electoral.
En supermercados, el precio de seis velas era de siete bolívares, mientras que en bodegas o negocios informales era de cinco velas en 3.700 pesos colombianos, equivalentes a 1 dólar.