San Cristóbal.- Las colas por gasolina se registran a diario en cada estación de servicio del Táchira y, como consecuencia de ello, la venta del combustible colombiano ha aumentado como una alternativa para evitar las kilométricas esperas de hasta 4 horas, por máximo, 40 litros del hidrocarburo.
En el estado Táchira solo hay despacho de gasolina a precio internacional, es decir, 0,50 centavos de dólar por litro, lo que equivale a 2.000 pesos colombianos. Sin embargo, los llamados «pimpineros», los que venden combustible en el mercado negro, ofrecen el litro entre 2.500 y hasta 6.000 pesos colombianos. Pese al incremento, hay quienes prefieren comprarlo con sobreprecio.
“Yo tengo 72 años y no estoy en condiciones de estar por horas en el carro. Yo trabajo todavía, soy médico, pero no es lo mismo. Dispongo de un presupuesto semanal para gasolina porque es la única manera, de lo contrario tendría que dejar de trabajar y no puedo, mi esposa es jubilada y mi hijo tiene síndrome de Down, no puedo dejar de producir por falta de gasolina”, relató Ramón Rosales, médico.
Rosales le compra gasolina a un joven vecino que a diario viaja desde San Cristóbal a Cúcuta, Colombia. Vende una pimpina de 20 litros en 25 dólares. Le resulta más caro, pero no tiene que hacer cola. Prefiere eso a tener que esperar el anuncio de las autoridades locales sobre los terminales de placa que se abastecerán cada día y cuáles gasolineras estarán activas.
En San Cristóbal, echar gasolina no es una tarea fácil. Incluso, desde antes de ser anunciados los números de placa habilitados para el día ya hay cola en las gasolineras. La Mesa de Combustible, organismo que maneja lo referente al tema, publica reportes sobre cantidad de carros en colas y capacidad de atención de las estaciones de servicio.
Para horas del mediodía resulta imposible que un ciudadano intente ir a las bombas, porque ya los carros son marcados y tienen un cono que identifica el último carro que será atendido.
Viajar a Cúcuta es la opción
Para William Gutiérrez, comprar gasolina no es un problema porque no lo hace en territorio venezolano. Cada vez que necesita combustible viaja desde Capacho Viejo hasta Cúcuta, Colombia. Asegura que es un trayecto corto, seguro y sin problema. Cruza el puente internacional Simón Bolívar, abastece su carro y retorna.
Para llenar el tanque de su carro gasta aproximadamente 70.000 pesos colombianos, un poco menos de 20 dólares por 30 litros de gasolina.
“Esa es una gasolina de buena calidad. No hay riesgo de daños de carros, como pasa en Venezuela. Viajo rápido y vuelvo a seguir con mis cosas. Aquí no llega gasolina; hemos estado semanas sin poder echar. Viajar a San Cristóbal es un poquito más lejos, pero allá igual hay colas, en Cúcuta no”, contó vía telefónica Gutiérrez.
A las kilométricas colas de gasolina se une la falta de organización para la publicación de los números de placa. Para este 29 de noviembre salieron los números 7 y 4 habilitados; sin embargo desde hace 9 días el número 9 no ha salido en la programación. Igual sucedió semanas antes con el 6.