Mérida.- Trabajadores informales continúan cobrando a quienes se estacionan en los alrededores de la plaza Bolívar. Esta información se constató la mañana de este martes 28 de enero, en un recorrido realizado por El Pitazo en el centro de la ciudad.
Aunque los trabajadores informales no tienen una tarifa establecida, piden a los choferes que buscan sitio para estacionar que les dejen propinas por cuidar los vehículos. Uno de los trabajadores, que pidió no ser identificado, aseguró que con lo que hace en un día le alcanza para comer. “Acomodando los carros y cuidándolos estamos cumpliendo con una labor ciudadana y nos buscamos el pan de cada día”, dijo.
El pasado mes de diciembre el gobernador de Mérida informó que quedaba terminantemente prohibido cobrar a quienes decidieran estacionar en los alrededores de la plaza. También anunció que nombraría una comisión que se encargaría de solucionar esta situación. Sin embargo, todo sigue igual.
“Si no fuera por estos trabajadores, que hasta se ponen un chaleco y pitos para identificarse, la anarquía y el caos en esta zona serían peores”, explicó Andres Castellanos, merideño. Denunció también que en los alrededores de la plaza haya muchas ventas de todo tipo de artículos. Lamentó que la plaza luzca fea y descuidada habiendo tantos edificios históricos a su alrededor.
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Avenida 2 Lora, mercado ambulante
Para las autoridades y la comunidad, la avenida 2 Lora se ha convertido en un gran problema. Ya que desde muy temprano vendedores informales de verduras, hortalizas y otros rubros han tomado la famosa avenida para ejercer sus actividades de venta.
Transitar en vehículo por esta avenida es casi imposible; camiones de plátanos y cambures son descargados en plena vía. Los gritos, insultos, carcajadas y hasta música a todo volumen convierten esta zona en un lugar no apto para los que tienen la suerte de vivir en este sector del centro.
“Es necesario y urgente tomar medidas. Esto es un desastre; no hay respeto para los transeúntes, todas los vendedores se han convertido en dueños y señores. No se comportan como buenos ciudadanos”, aseveró Ismenia Albarrán, quien tiene su vivienda en la avenida 2. Rechazó que quienes trabajan en esta avenida boten desperdicios en la calle y cuando se retiren no los recojan. “Es una lastima cómo ninguna ley de convivencia se cumple y cada día la anarquía es peor”, dijo Albarrán a El Pitazo.
Las autoridades de la ciudad han hecho llamados de atención a los cuerpos de seguridad para que presten su colaboración ante esta situación. Los vecinos que conviven en la avenida piden a las autoridades y a los cuerpos de seguridad del Estado que se pongan de acuerdo y pongan fin a esta problemática.