Táchira.- Ante los cientos de caminantes que llegan desde distintos estados de Venezuela para ir a la frontera y llegar a Colombia, el obispo de la diócesis de San Cristóbal, Mario Moronta, se pronunció en rechazo al actuar de funcionarios del Estado, quienes estarían quitando pertenencias a las personas que van rumbo al eje fronterizo.
En la misa por los 98 años de la diócesis, Moronta destinó unos minutos para hablar sobre la migración que se evidencia en las calles del Táchira. “En vez de defenderlos como hicieron en su juramento, los militares, la Guardia Nacional y la policía, lo que hacen en vejarlos, extorsionarles, robarles, porque esa es la palabra, lo poquito que puedan traer. En el nombre de Dios, ustedes, hombres de la Guardia Nacional, del Ejército, de la policía, piensen que esos migrantes que lamentablemente están huyendo del país para buscar un mejor porvenir, una mejor vivencia, son hermanos de ustedes, son hermanos nuestros y hay que respetarlos”, sentenció el obispo.
«Nos parte el alma ver cantidad de hombres y mujeres caminando por nuestras carreteras viniendo de tantas partes de Venezuela», dijo.
En todo el estado Táchira hay instalados puntos de control, especialmente en la ruta que va hacia los municipios fronterizos, donde supuestamente les piden dinero y pertenencias a quienes emigrarán a través de Colombia. “Por eso les pido, en el nombre de Dios, respeten a los pobres, a los indigentes, pero también respeten a toda esa gente nuestra que lamentablemente ha tomado la opción de irse de este país porque hay hambre y hay miseria”, pidió Moronta.
Son cientos de venezolanos desde todo el país que llegan al Táchira para ir a la frontera. En las vías se ven personas con tan solo un morral, con zapatos rotos, con envases de agua vacíos. Muchos de ellos han denunciado en las iglesias -donde hacen paradas de descanso- haber sido víctimas de robos de sus pocas pertenencias, de extorsiones en las que deben pagar para que les permitan continuar caminando y avanzar.
A juicio de Moronta este actuar va en contra de los derechos humanos y de la dignidad de quienes huyen del país. “Yo sé que se van a molestar, pero quiero tocar el corazón de los militares y policías, que dejen en paz a los migrantes y persigan a los corruptos, pongan presos a los corruptos, pero respeten la dignidad del pobre y del que sufre”, agregó.
Los caminantes, como son conocidos, toman rutas alternas por zonas boscosas para evitar pasar frente a las alcabalas instaladas por todo el Táchira. Vecinos de las comunidades son quienes les ayudan a saber por dónde avanzar para no encontrar a los uniformados.