Táchira.- A 3.200 metros sobre el nivel del mar, en el páramo La Negra del municipio Jáuregui, fueron localizadas por el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) las 16 personas reportadas desaparecidas. Cuando ingresaron a la vivienda en la que se encontraban estaban rezando un rosario.
El primer rastro que tuvieron los organismos de seguridad fue que estaban en Santa Ana del Valle, en La Grita, donde vecinos aseguraron haberlos visto movilizarse en dos camionetas. Según el testimonio de esas personas a los funcionarios de Protección Civil cambiaron de locación porque el ruido de la ciudad los distraía en el retiro espiritual, incluso dejaron sus teléfonos celulares para poder desconectarse. Además, que la dueña de la vivienda les advirtió que sus fotografías rodaban en las redes sociales.
Uno de los rescatistas que participó en el operativo contó a El Pitazo que la mujer que estaba con sus hijas, una recién nacida y otra de ocho años, indicó que su expareja podría estar buscándola por problemas entre ellos. La mudanza fue a una finca en el páramo La Negra, vía al estado Mérida, a ocho kilómetros de La Grita.
Su nueva locación les permitió estar como querían: desconectados y sin distracciones. El director de Protección Civil Táchira, Yesnardo Canal, describió las condiciones en las que se encontraban en la vivienda.
“Era una casa que tenía todas las comodidades necesarias y, en efecto, era un retiro espiritual. Todos coincidieron en sus testimonios sobre la dinámica, que era levantarse, rezar el rosario, desayunar, ordeñar las vacas de la finca, revisar los pollos, preparar almuerzo, descansar, rezar el rosario, jugar con los niños, preparar cena, rezar el rosario y dormir. Todos fueron evaluados y ninguno presentaba indicios de violencia”, explicó a El Pitazo.
En el lugar la temperatura habitual es de cero a tres grados, ellos tenían cobijas, suéteres y todo lo necesario para protegerse. Los menores de edad participaron a las autoridades que se sentían famosos cuando se enteraron de que estaban en las redes sociales, sin embargo, los adultos pidieron disculpas por el alboroto y el despliegue, que consideraron innecesarios.
Las personas fueron trasladadas en vehículos oficiales a la sede del Cicpc a rendir declaraciones, a ser revisadas por médicos y, al término de eso, llevadas a sus viviendas para que decidan si volverán o no a su retiro espiritual.