San Cristóbal.– A las ocho de la mañana el obispo de San Cristóbal, monseñor Mario Moronta, asistió, como cada año, al Centro Penitenciario de Occidente (CPO), ubicado en Santa Ana del Táchira, en la zona sur del estado. Pero al llegar, el capellán le informó que pese a haber realizado todas las gestiones, le dijeron que no sería posible realizar la tradicional misa allí.
«Cada año asisto. Así tenemos la oportunidad de compartir con los privados de libertad el mandamiento nuevo del amor y la institución de la eucaristía. Bonita manera de conmemorar el sacerdocio de Jesucristo. Ademas de lavar los pies a algunos de ellos, nos acercamos a cada uno para ofrecerle un gesto de fraternidad y una palabra de aliento. El capellán me aguardaba para decirme con preocupación que no permitían que entrara e hiciera la celebración», explicó Moronta.
«Eran órdenes superiores, a pesar de que todo estaba preparado. Le indiqué que no se preocupara y que celebrara él y les transmitiera a los privados de libertad mi saludo y bendición», agregó.
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A través de un comunicado emitido por el obispo de San Cristóbal, Mario Moronta indicó que en la Constitución de Venezuela están establecidos los derechos a la libertad de culto y que este acto no se trataba de cualquier hecho ni mucho menos de algo político.
«La ceremonia de hoy expresa la caridad, y en el caso de los privados de libertad, es una manifestación de la opción preferencial por los pobres. En una autentica democracia, con libertad y justicia, eso no pasaría. Lo siento mucho por quienes esperaban al obispo, que acudía como pastor. Están siempre en mi oración. Oro también por quienes tomaron esa decisión, pidiéndole al Sumo y Eterno Sacerdote que toque sus corazones y les dé la gracia y luz que tanto necesitan», expresó.
No hay una explicación oficial sobre la razón por la que Mario Moronta no pudo ingresar al CPO, pues al capellán tan solo le dijeron que eran «órdenes superiores», mas no de quién.