Valera.- Los estudiantes de primaria y secundaria, en el estado Trujillo, enfrentan dificultades para cumplir con las tareas del programa “Cada Familia una Escuela” debido a la falta de internet y las constantes fallas de electricidad.
En los 20 municipios de la región, de acuerdo al cronograma de Corpoelec, los habitantes pasan de tres a seis horas diarias sin luz y nueve en el peor de los escenarios. En consecuencia, cumplir con las asignaturas a tiempo, es un reto para los jóvenes y sus padres.
“Ella hace sus tareas cuando se la mandan a hacer, pero con estos apagones, pues no está haciendo la mayoría como es. Me preocupa que me pierda el año escolar. Se comunican con los profesores, pero el problema es la luz y el internet, aparte del gas», declaró Gisela Milla, habitante del municipio San Rafael de Carvajal y representante de una joven de 14 años.
En este municipio, el servicio de Cantv se limita a una sola parroquia, el resto depende de la telefonía móvil deficiente y empresas privadas de Internet, que no todos pueden pagar. Esto también limita la culminación del período 2019-2020.
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“Mi hijo estudia segundo año de bachillerato y sus profesores le envían tareas por medio de WhatsApp. La señal no es buena y todos los días le ponen trabajos de investigación. Él debe esperar que haya señal para hacerlos y ponerlos enviar”, dijo Evelia Briceño.
Algunos padres han manifestado estar solos en esta labor educativa, pues los maestros no se comunican con ellos y no tienen orientación.
“En casa tengo dos niñas, de 14 y 11 años. La menor trabaja con el televisor, pero la maestra no la ha llamado, en ningún momento, para revisarle las tareas. La mayor, en secundaria, también ve la televisión, pero ahorita no tenemos internet para investigar. Intercable tiene una falla y nos quieren cobrar un millón para solventarlo”, dijo Mónica Pacheco.
Maestros limitados
De acuerdo a la profesora Iraly Guerrero, presidenta del Colegio de Profesores de Trujillo, no son solo los estudiantes, quienes padecen estas dificultades. Los docentes también sufren con los apagones, fallas de conexión, deficientes servicios y bajos salarios.
Además de la ausencia de recursos tecnológicos, considera, en acuerdo con las federaciones del país, es necesario una reprogramación del año escolar en 2020 y ampliar los objetivos para no desmejorar la calidad educativa de los alumnos, afectada por la pandemia.
No obstante, otros maestros dan todo de su parte, durante la cuarentena social: usan sus teléfonos personales y sus planes de datos.
“Los maestros de mis hijos, son muy diligentes. Se mantienen al día con sus tareas. Trabajan en un colegio privado, pero lo hacen más por vocación”, dijo Jessica Uzcategui.
Otros profesores brindan ayuda a los estudiantes, que viven cerca de sus hogares.
“Yo voy con mi hijo hasta la casa de la maestra. Ella lo ayuda con las tareas. Le llevo el cuaderno y ella lo revisa. Así hace con muchos niños”, comentó Nancy Coromoto, madre de un niño de 6 años.