Mérida.- Más de 1.900 beneficiarios de las becas estudiantiles que ofrece la Universidad de Los Andes (ULA) han sido desincorporados del sistema por no aparecer inscritos en ninguna carrera. Esta cifra es analizada por las autoridades de esta casa de estudios como un indicativo de la deserción estudiantil debido a la migración y la crisis nacional.
Marcos Pino, jefe de la Dirección de Asuntos Estudiantiles de la ULA (DAES), dependencia encargada de gestionar las becas, dio a conocer con preocupación la cifra al Rector y los demás directores de la universidad.
«Para 2018 solo se habían desincorporado 600 estudiantes. Ya para noviembre de 2019, la cifra ascendió a 1.300 estudiantes. La razón: estar inactivos en el sistema», explicó Pino al Observatorio de Derechos Humanos de la ULA.
La cifra de los becarios desincorporados supone casi la mitad del total de estudiantes becados, que son 4.900.
Una beca equivale a un pasaje urbano
El ínfimo pago de las becas estudiantiles constituye otra de las causas que desmotiva a los alumnos a continuar sus estudios. Pino recordó que el Ministerio de Educación Universitaria no ha actualizado los montos de las becas desde antes de la reconversión monetaria, implementada en agosto de 2018.
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Las llamadas becas-estudio son de apenas 700 bolívares mensuales y las becas-trabajo de 800 Bs. mientras que los preparadores de cátedras reciben tan solo 1.000 Bs. al mes.
Pico precisó, además, que la Dirección de Asuntos Estudiantiles de la ULA recibió tan solo 400.000 bolívares de presupuesto para este año 2019, es decir, poco más de 15 dólares. La misma asfixia presupuestaria viven todas las universidades autónomas del país.