Valera.- Los cuerpos de seguridad del estado Trujillo han reprimido de manera violenta seis protestas, por fallas en los servicios públicos, hasta este miércoles 12 de mayo. Las manifestaciones ocurrieron en los municipios Valera, Carvajal, Trujillo y Pampanito desde la primera semana de este mes.
El principal motivo de las manifestaciones son los racionamientos eléctricos, de 9 y 12 horas diarias, y la irregularidad en el suministro de agua potable, sin mencionar la escasez de gas doméstico.
De acuerdo con los afectados, procedentes de sectores populares, los funcionarios que han arremetido en su contra pertenecen a las Fuerzas Armadas Policiales del estado Trujillo (Fapet), Guardia Nacional (GN) y las Fuerzas de Acciones Especiales (Faes).
En todas las ocasiones, los uniformados les pidieron a los manifestantes que se retiraran, avalados por la prohibición de encuentros masivos durante la cuarentena social, pero debido a la negativa de los presentes, procedieron a replegarlos de manera agresiva.
Perdigones contra cacerolas
La primera manifestación registrada este mes la reprimió la Guardia Nacional. Ocurrió en el sector La Floresta del municipio Valera en la noche del martes 5 de mayo. Los efectivos dispararon perdigones al aire para obligar a los ciudadanos a entrar en sus casas en medio de un apagón de nueve horas.
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Posteriormente, la noche del domingo 10 de mayo, los militares de ese mismo cuerpo arremetieron con disparos de perdigón contra varias viviendas del sector El Milagro, de Valera. Fue una medida ejecutada para acallar a los residentes, quienes sonaron cacerolas por el racionamiento.
Una mujer detenida
Este lunes 11 de mayo ocurrieron otros cuatro enfrentamientos entre cuerpos de seguridad y manifestantes. Según informó el diputado de la Asamblea Nacional Emilio Fajardo, uno de ellos sucedió en horas de la mañana en la urbanización La Muralla, del municipio Pampanito. Las Faes detuvieron a una mujer por tocar cacerolas y ser señalada de propiciar las protestas pacíficas.
“Efectivos del Faes amedrentan a los vecinos por haber ejercido el derecho a la protesta pacífica con cacerolas. Se llevan a una dama: Lilibeth Juárez”, informó el parlamentario en su cuenta de Twitter. Los ciudadanos sonaban sus utensilios para mostrar su descontento ante la suspensión eléctrica.
En paralelo, en el municipio Trujillo, capital del estado, los residentes de la urbanización Tres Esquinas cerraron el paso para reclamar el corte de luz y también fueron reprimidos. En esta oportunidad la acción la realizaron los funcionarios de las Fapet, quienes se mantuvieron en la entrada de la comunidad para evitar la reagrupación de los manifestantes.
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En la tarde, aproximadamente a las 3:00 pm, los habitantes del sector Pie de Sabana, en el municipio Carvajal, denunciaron que las Faes los golpearon para reabrir el paso en la avenida Principal, sin importarles la presencia de niños, mujeres y ancianos. Reclamaron tener 20 días sin agua potable y era la única manera de llamar la atención de las autoridades. En la urbanización Santa Cruz, de Valera, en horas de la noche pasó un evento similar, pero con efectivos de la Guardia Nacional.
La ciudadanía abogó por la restitución del suministro de agua potable, suspendido hace 13 días, y la disminución de los racionamientos. Sin embargo, los funcionarios dispararon perdigones de manera indiscriminada y los obligaron a volver a sus casas.
Aunque este recuento es solo de represiones violentas, vale mencionar que hasta la fecha se han reportado manifestaciones de distintos tipos en 5 de los 20 municipios de la región, entre los cuales también están Boconó y Motatán.