Táchira.– El Plan de Administración de Cargas (PAC) en el estado Táchira, publicado por Corpoelec en Instagram, distribuye los apagones en dos grupos, con tiempos que van entre tres y cuatro horas por sector. Este cambio en los horarios no constituye una mejora en el servicio, sino la variación del cronograma según el cual se realizaban anteriormente los cortes.
El estado Táchira fue dividido ahora en los grupos A y B, en los que se rotan los cortes, es decir, mientras que un circuito tiene servicio, el otro no. Desde las 6 am comienza el primer apagón, que termina a las 9:00 am. El siguiente es a las 12 m (mediodía) y se extiende hasta las 3:00 pm. Luego se inicia el tercero, de 7:00 a 11:00 pm, y después viene el cuarto, que transcurre de 3:00 am a 6:00 am. Al cumplirse ese horario en un día, al siguiente se rota: se está sin electricidad en las horas en que el día anterior se contaba con el servicio.
Antes de la publicación de Corpoelec no había información oficial sobre el cronograma. Las familias debían adivinar y estar prevenidas por si llegaba el corte. Los apagones solían ser de 3:00 a 8:00 pm, de 8:00 pm a 2:00 am, de 3:00 am a 9:00 am y de 10:00 am a 3:00 pm.
Aunque este horario fue publicado, en zonas del Táchira no se cumple. En varios sectores, como La Ermita, en San Cristóbal; El Junco, en Cárdenas; Santa Ana, en Córdoba; Rubio, en Junín, y La Grita, en Jáuregui, los apagones son extensos y sin cronograma. Las comunidades pasan entre 6 y 20 horas continuas sin el servicio y sin poder planificarse porque no se cumple lo pautado por Corpoelec.
El gobernador del Táchira, Freddy Bernal, publicó en sus redes sociales un video en el que muestra cómo se encuentra el embalse de Uribante, que genera los megavatios necesarios para garantizar la electricidad al estado Táchira sin fallas. De acuerdo con su información y las imágenes, el nivel de agua no es adecuado para que trabajen las turbinas.
De acuerdo con Bernal, hoy se puede caminar tranquilamente en zonas del Complejo Hidroeléctrico que antes estaban sumergidas. Esto evidencia, dice, «el impacto de la sequía sobre el nivel del agua, y con ello, la baja generación de energía que afecta, lamentablemente, la cotidianidad de la zona andina y, en particular, de nuestras poblaciones del estado Táchira”.