Valera.- Los vendedores de mercancía seca, del mercado La Paz, del municipio Valera, en el estado Trujillo, lograron ser escuchados por las autoridades. A casi un año del desalojo de las calles del centro, ejecutado en noviembre de 2018, les colocaron el asfaltado en un espacio destinado para 220 locales.
Esa era la principal petición de los comerciantes, pues la mercancía se les llenaba de tierra y podían perderla en época de lluvias.
No obstante, esta remodelación no fue gratuita. La Empresa del Asfalto de Trujillo (Emastru) realizó la donación del material, junto a los obreros, pero el trabajo de los camiones se ejecutó en calidad de alquiler. Cada vendedor cancelará entre 100.000 y 120.000 bolívares por el asfaltado. Aunque algunos se mostraron en desacuerdo, otros lo consideraron justo, porque ellos deben autogestionarse.
Wilvert Camacho, del Sindicato de Trabajadores No Dependientes de la seccional Trujillo (Sintrandecos), dijo, este viernes, 25 de octubre, que se sentían agradecidos por el avance de la obra. Sin embargo, explicó que aún faltan labores para darle forma al mercado: la uniformidad de los pasillos, bancas en las áreas comunes y más baños. De estos últimos, solo hay dos que comparten con los 540 comerciantes de alimentos.
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Estas construcciones, aseguró el locatario, corresponden a la municipalidad, por ser propietarios del terreno expropiado y aún en litigio, pero son los comerciantes quienes deberán gestionar parte de los recursos. Esto tomará tiempo, pues no todos los emprendedores tienen para levantar sus locales de manera inmediata.
Incluso, son pocos quienes pueden costear la cuota semanal de 10.000 bolívares, por concepto de aseo y vigilancia, que se pagan directamente al corregidor de los mercados municipales. De 220 comerciantes, solamente 180 cumplen, debido a sus bajas ventas.
Por cumplir
Junto a la alcaldesa de Valera, Iroschima Vásquez, el gobernador, Henry Silva, entregó 20 registros de comercio a los vendedores de comida rápida, este domingo, 20 de octubre, como parte de la ayuda para sacarlos de la informalidad. Faltan más de 700 locatarios, quienes no han formalizado su situación por los costos de los aranceles en el Servicio Autónomo de Registros y Notarías (Saren).
Los buhoneros y verduleros contaron que falta por reemplazar el cercado completo y el techado. Este último, una promesa para el Bicentenario de la ciudad en 2020.