San Cristóbal.– 52 impactos de perdigones recibió en su rostro el joven de 16 años de edad, Rufo Chacón, la tarde del lunes cuando se encontraba en una manifestación por gas doméstico en la autopista San Cristóbal-La Fría, estado Táchira. Quedó totalmente ciego.
La información fue suministrada desde el Hospital Central de San Cristóbal por el presidente de la Corporación de Salud del estado Táchira, Luis Ramírez, quien precisó que al llevarlo a quirófano a la 1:00 am de este martes 2 de julio, se percataron de que en el interior del globo ocular derecho tenía ocho perdigones, mientras que en el izquierdo tenía cuatro.
«Lamentamos informar que perdió la visión de manera permanente. En este momento hay un equipo multidisciplinario evaluando el área de psicología y de cirugía, para mejorar desde el punto de vista estético», dijo.
Ramírez aclaró que aunque el menor tiene múltiples heridas en el rostro, logrará mejorar con el paso de los días y el tratamiento que adelantan, el cual incluye la colocación de prótesis.
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«Mi hijo se quiere morir»
Adriana Parada, madre de Rufo Chacón, manifestó que su hijo quiere morir porque no sabe cómo podrá vivir desde sus 16 años sin poder ver.
«Mi hijo tiene el rostro totalmente desfigurado, le arruinaron la vida a mi hijo, mi hijo se quiere morir, no quiere la vida. La vida de él era ver cada día, era un niño tranquilo. Mi hijo no es ningún guarimbero, ni de la casa sale, simplemente me ayudó a sacar el gas», expresó.
Reiteró que Víctor, a quien identifica como el encargado del gas en San Cristóbal, les advirtió la tercera vez que fue a pedirles que cesaran la tranca que algo les venía y minutos después llegaron más de 20 funcionarios policiales golpeando a los manifestantes y disparando perdigones sin usar bombas lacrimógenas.
«Mi hijo lo que hizo fue agarrar la bombona de gas para retirarnos y la policía vino y le disparó en la cara. Mi hijo no es un animal para que le dispararan así; me le desgraciaron la vida», agregó.
Parada pide que se haga justicia castigando con todo el peso de la ley no solo a quienes le dispararon a Rufo, sino también al resto de quienes estaban en el operativo, por las agresiones, pues a su hijo de 14 años también lo golpearon en la cabeza con un rolo, a otro le fracturaron el cráneo y hay varios heridos de perdigón.
Solicitó una medida de protección del Ministerio Público, pues teme que por tratarse de autoridades policiales les hagan algo a ella o a su familia.
«Si algo le pasa a mi familia hago responsable a las autoridades, a todos, al que sea. Lo único que pido es justicia y que paguen todos los policías que estaban», dijo, al tiempo que solicitó que les muestren a los ciudadanos quiénes fueron los que dispararon.
Destacó que su hijo es un niño tranquilo que tenía su último examen este viernes, pues ya se graduaba de bachiller. Le gustaba arreglar computadoras y teléfonos celulares, por lo que esperaba estudiar ingeniería informática.
Afirmó Adriana Parada que acudirá a instancias internacionales y que no cesará hasta que se haga justicia en este caso.