Washington.- El diario estadounidense Washington Post ha rastreado cada muerte por COVID-19 en los Estados Unidos y realizado un análisis en profundidad de los primeros 1.000 que murieron a causa de esta pandemia, para revelar la amplitud del impacto del brote.
Según reseñó Washington Post en su portal, el coronavirus se propaga rápidamente en EE. UU., donde ha matado a miembros de familias y en hogares de ancianos, así como en ciudades densas y pueblos rurales.
En el país norteamericano, los hombres mueren con mayor frecuencia que las mujeres, los negros perecen a un ritmo mayor que los blancos y el riesgo aumenta con la edad. El ritmo, sin embargo, ha aumentado dramáticamente. Solo dos semanas después de los primeros 1.000, más de 21.000 han fallecido.
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Detrás de cada muerte reportada, en cada punto de datos en una curva o gráfico hay un nombre y una historia: predicadores y políticos, trabajadores de salud y maestros, oficiales de policía y prisioneros, padres e hijos.
Las proyecciones del Gobierno de Donald Trump advierten que la plaga podría cobrar entre 60.000 y 200.000 vidas. Para cuando se termine el contagio, es posible que casi todos en el país conozcan a alguien que haya muerto de COVID-19.
Información completa en The Washington Post