Moscú.- El jefe del grupo mercenario Wagner, Yevgueni Prigozhin, acusó este viernes, 23 de junio, al Ejército ruso de bombardear las posiciones de la compañía militar privada y prometió castigar a los culpables.
«Los que liquidaron hoy a nuestros chicos, los que liquidaron a miles y decenas de miles de soldados rusos, serán castigados», anunció Prigozhin en Telegram, donde pidió a las fuerzas dependientes del Ministerio de Defensa que no se resistan ante Wagner porque, de lo contrario, serán eliminadas inmediatamente.
«Somos 25.000 y vamos a averiguar por qué hay un caos en el país», escribió Prigozhin al tiempo de negar que se trate de un golpe de Estado.
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El jefe de Wagner aseguró que el deseo de acabar con el caos reinante «no es un golpe de Estado», sino una «marcha por la justicia», y que las operaciones militares no se verían afectadas por las acciones de Wagner.
Según Prigozhin, después de ocuparse de aquellos que aniquilan a los soldados rusos, los combatientes de Wagner regresarán al frente. «Se restaurará la justicia en las tropas, y, después de ello, en toda Rusia», afirmó.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, indicó por su parte que el presidente ruso, Vladímir Putin, había sido informado sobre la situación en torno a Prigozhin y que se tomaban las medidas correspondientes.
El Comité Antiterrorista de Rusia informó a su vez de la apertura de un caso penal por llamamientos a la rebelión armada tras las declaraciones del jefe de Wagner sobre la intención de castigar a la cúpula militar rusa por el ataque a sus bases.
«Las declaraciones difundidas en nombre de Yevgueni Prigozhin no tienen fundamento. En relación con estas declaraciones, el Servicio Federal de Seguridad (FSB) de Rusia inició un caso penal por llamamiento a rebelión armada. Exigimos el cese inmediato de actividades ilegales«, dice el comunicado oficial, citado por la agencia TASS.