Dos hombres asesinaron a un sacerdote en Colombia supuestamente para robarle el vehículo donde se trasladaba. El homicidio ocurrió el pasado martes 4 de junio en horas del mediodía. La víctima fue identificada como Ramón Arturo Montejo Peinado, quien pertenecía a la Diócesis de Ocaña, en el departamento Norte de Santander.
Por el caso hay dos hombres detenidos. Los presuntos homicidas son Josse Antonny Montilla Jovito, de 29 años, y Misael Rodolfo Valdez Pedroza, de 21. Medios de comunicación colombiana detallan que son de nacionalidad venezolana.
De acuerdo con las primeras versiones del hecho, los delincuentes sorprendieron al presbítero cuando se dirigía a sus labores pastorales, y tras forcejar con él, lo apuñalaron y arrollaron con su propio vehículo, dejando su cuerpo abandonado en la vía.
El padre Montejo tenía 45 años y era oriundo de Teorama, municipio del Norte de Santander. Ejercía como párroco en San José de Buenavista y era delegado de la comisión diocesana de reconciliación y paz.
Según la Conferencia Episcopal colombiana y el representante especial del secretario general de la Misión de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Colombia, Carlos Ruiz Massieu, Montejo había participado «en nombre de la Iglesia en varias liberaciones de secuestrados en la región del Catatumbo».
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Mediante un comunicado, lamentaron el asesinato del padre que «prestaba servicios de carácter humanitario y en favor de la paz de la región».
Por su parte, la Diócesis de Ocaña, en la que ejercía sus labores religiosas, condenó el asesinato en una comunicación compartida en sus redes sociales y lo calificó como un crimen que «atenta contra la dignidad humana y socava los procesos de construcción de paz en el territorio».
«Rechazamos categóricamente este acto de barbarie que atenta no solo contra la vida de un ser humano, sino también contra los principios fundamentales de convivencia y humanidad», dijo el arzobispo del vecino municipio de Nueva Pamplona, monseñor Jorge Alberto Ossa Soto. EFE