Los líderes de la Unión Europea acordaron este lunes que el embargo al petróleo ruso como represalia por la guerra en Ucrania deje fuera del veto todo el crudo que llega al bloque por oleoducto, una exigencia de Hungría apoyada por Eslovaquia y República Checa.
«Acuerdo para prohibir las exportaciones de petróleo ruso a la UE. Cubre inmediatamente más de dos tercios de las importaciones desde Rusia, cortando una enorme fuente de financiación de su máquina de guerra», anunció en Twitter el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.
El pacto, por tanto, incluye todas las importaciones de crudo por vía marítima y deja fuera del veto el petróleo que es transportado desde Rusia a Hungría, República Checa y Eslovaquia por oleoducto, una exigencia que el húngaro Viktor Orbán había trasladado a los socios del bloque desde hace semanas.
Se trata de la tubería Druzhba, que parte de Rusia y recorre el sur de Bielorrusia antes de dividirse en dos ramales: uno norte que cruza Polonia y llega a Alemania y otro sur que pasa por Ucrania, Hungría y Eslovaquia antes de terminar en República Checa.
Según explicaron a EFE fuentes comunitarias, Berlín y Varsovia se han comprometido a detener las importaciones de crudo a través del ramal norte, que transporta unos 25 millones de toneladas, por lo que la excepción solo recoge el tramo sur del oleoducto, por el que transitan otros 12,8 millones.
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Las mismas fuentes precisaron que el acuerdo de los jefes de Estado y de Gobierno recoge también el compromiso para incluir «lo antes posible» el ramal sur del oleoducto en las sanciones, completando así el veto a todo el petróleo ruso, aunque sin una fecha concreta para conseguirlo.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, celebró el acuerdo en un mensaje en Twitter en el que también destacó que, contando con el compromiso de Alemania de cesar también sus compras de crudo a través del Druzhba, el porcentaje de petróleo ruso sancionado se eleva al 90 %.
El pacto de los líderes sobre las sanciones al petróleo de Moscú desbloquea el sexto paquete de represalias de la UE por la guerra en Ucrania y que recoge también la desconexión de Sberbank, el mayor banco del país, del sistema internacional de mensajería Swift.
También amplía el listado de personas sancionadas para añadir al jefe de la Iglesia ortodoxa rusa, el patriarca Kirill, y al coronel Azatbet Omurbekov, conocido como «el carnicero de Bucha», entre otros, y prohíbe las emisiones de tres cadenas de televisión (Rossiya RTR/RTR Planeta, Rossiya 24 y TV Centre International).