Caracas.- Tres hombres venezolanos se declararon culpables de ayudar a organizar una incursión mal concebida en la playa de Macuto, el 3 de mayo 2020, para dar fin al gobierno de Nicolás Maduro.
Según reseñó AP, durante la audiencia realizada el viernes 5 de marzo ante un tribunal colombiano, los hombres reconocieron su papel junto al veterano estadounidense de guerra en Irak, Jordan Goudreau, en la organización de un grupo armado integrado con algunas docenas de desertores militares venezolanos que se oponen al gobierno de Maduro. El plan incluía asaltar las instalaciones militares y el Palacio de Miraflores.
«Pido disculpas al Gobierno colombiano», dijo uno de los hombres, el mayor de la Guardia Nacional venezolana, Juvenal Sequea, a un juez en Bogotá este viernes cuando él y sus dos compañeros aceptaron cargos leves, entre los que destacan brindar asesoramiento y apoyo logístico a grupos armados ilegales. «Acepto la responsabilidad por las acciones, pero quiero que la gente entienda que todo esto es el resultado de las consecuencias de lo que estamos viviendo los venezolanos».
Él y el capitán Juven Sequea, son los hermanos mayores del comandante confeso de la fallida incursión del 3 de mayo, el capitán Antonio Sequea, quien permanece preso en Caracas.
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La tercera persona que asumió la culpa, fue Rayder Russo, un civil que, según AP, durante mucho tiempo ha buscado el derrocamiento armado de Maduro.
Como parte del acuerdo de declaración de culpabilidad, que se espera que el juez ratifique a finales de este mes, los hombres aceptaron un solo cargo que se castiga con entre 6 y 10 años de prisión. Pero según la ley colombiana, pueden ser puestos en libertad condicional o bajo arresto domiciliario si son sentenciados a menos de 8 años, lo que significa que los hombres podrían ser liberados a cambio de cooperación.
Anteriormente, los hombres, que estaban encarcelados desde su detención hace seis meses, habían sido acusados de proporcionar entrenamiento militar a grupos armados ilegales, delito grave que se castiga con hasta 30 años de cárcel en Colombia.
Ninguno de los hombres participó en la incursión fallida, habiendo abandonado los campamentos secretos en el norte de Colombia donde se estaban reuniendo los rebeldes, en algunos casos meses antes de su lanzamiento.