El Senado de Estados Unidos votó este viernes 31 de enero en contra de citar a nuevos testigos en el juicio político contra el presidente Donald Trump, en medio de una pugna entre los republicanos, que quieren terminar rápidamente con el proceso, y los demócratas, que buscan que comparezcan altos cargos.
El Senado votó por 51 contra 49 en contra de los esfuerzos de los demócratas para que comparezcan el exasesor de Seguridad Nacional de Trump, John Bolton, y otros altos funcionarios, ya que dos republicanos se descolgaron de su bancada.
Tras la votación en rechazo a nuevos testigos, el líder de la mayoría republicana en la Cámara Alta, Mitch McConnell, dijo que el juicio político contra el mandatario concluirá «en los próximos días».
Después de esta votación, los senadores se tienen que pronunciar sobre los dos cargos contra Trump: abuso de poder y entorpecer el correcto funcionamiento del Congreso. La Constitución estadounidense prevé que para destituir al presidente se necesita una mayoría de dos tercios (67 votos).
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Vaticinan pronta absolución
Con toda probabilidad, Trump, el tercer presidente de la historia del país que enfrenta un proceso de destitución, será absuelto de los cargos de abuso de poder y obstrucción al Congreso que le imputó la Cámara de Representantes, de mayoría demócrata.
La única incógnita ahora es saber cuándo podrá Trump cerrar este episodio que divide a la clase política y a la ciudadanía.
El multimillonario, que lanzó su campaña para ser reelegido, tiene prisa por dejar atrás el juicio. Según sus allegados, espera ser absuelto antes de pronunciar su tradicional discurso sobre el estado de la Unión, el martes por la noche ante el Congreso.
Y tal vez el juicio termine antes del domingo, cuando tiene previsto dar una entrevista al canal de noticias conservador Fox News antes del Super Bowl, la final del campeonato de fútbol americano, un evento que suele reunir a unos 100 millones de telespectadores y durante el cual se emitirá un anuncio de la campaña presidencial.
A menos de 300 días de las elecciones presidenciales de noviembre, los demócratas intentan sacar nuevas informaciones comprometedoras para el mandatario republicano y reclaman la comparecencia de varios de sus allegados.