A un mes de la invasión a Ucrania (24 de febrero de 2022), Rusia reconoció este viernes 25 de marzo que en combate han fallecido 1.351 soldados rusos. Así lo confirmó el Ministerio de la Defensa ruso a través de un comunicado.
Agregó que la “primera fase” de la “operación” está “prácticamente concluida” y que su objetivo es “controlar” la región de Donbás (este de Ucrania). Esto aparenta ser una rebaja de sus objetivos militares iniciales, en los que, según palabras del presidente Vladímir Putin, se pretendía la “desnazificación” de Ucrania. Sin embargo, el Ministerio aseguró que la guerra continuará hasta que se cumplan “todos los objetivos”; no descarta el tomar ciudades como Kiev y Járkov.
En Ucrania
El Ayuntamiento de Mariúpol también aseveró este viernes que 300 personas murieron en el bombardeo del teatro de la localidad, hace una semana, por parte de los soldados rusos.
Es la primera vez que Ucrania ofrece un balance de víctimas mortales en el ataque al edificio, en el cual se refugiaban entre 1.000 y 1.200 civiles, según Kiev. Del lugar se pudieron rescatar unos 130 ciudadanos.
ONU apunta que víctimas civiles y destrucción sugieren crímenes de guerra
La alta cifra de víctimas civiles y la dimensión del daño en infraestructuras civiles, llevan a la Oficina de Derechos Humanos de la ONU a pensar que en Ucrania se ha violado el derecho humanitario internacional y cometido crímenes de guerra.
«La magnitud de las víctimas civiles, así como el daño contra objetos civiles sugieren de manera muy fuerte la violación del derecho humanitario internacional en ataques indiscriminados», explicó por videoconferencia la representante del organismo, Matilda Bogner.
Además, unas trece millones de personas en Ucrania están atrapadas en áreas afectadas por las hostilidades. No pueden escapar debido, entre otras cosas, a la destrucción de carreteras y otros caminos, señaló este viernes 25 de marzo la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Con información de EFE