El Reino Unido afrontó este viernes 17 de abril otra dura jornada en la lucha contra el COVID-19, al registrar 847 nuevas muertes que elevaron el total a más de 14.500; estas cifras hacen considerarlo como el posible país europeo más afectado por la pandemia.
Si bien la cifra de decesos registrada hoy, que solo incluye los sucedidos en hospitales, es ligeramente inferior a la cifra récord de 861 contabilizados este jueves, los analistas consideran que persiste la tendencia alcista que sitúa al país en pleno pico del coronavirus.
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Ante este incremento, el Gobierno británico anunció ayer que las medidas de confinamiento obligatorio se extenderán durante, al menos, tres semanas más, ya que relajarlas podría provocar un segundo pico y un aumento significativo del número de fallecimientos.
Anthony Costello, profesor del University College de Londres dijo que «esta ola podría provocar 40.000 muertes. Para suprimir la cadena de transmisión, esperamos que el confinamiento y el distanciamiento social estén generando una gran represión de la epidemia. Pero nos enfrentaremos a más olas».