El pasado martes 1° de octubre ciudadanos iraquíes convocaron a través de las redes sociales las protestas suscitadas en Irak para exigir mejores servicios públicos, más oportunidades de trabajo y el fin de la corrupción.
El número de muertos a causa de las manifestaciones de los últimos cuatro días se elevó este viernes a 46 y el de heridos a casi 1.650, número que incluye a 359 efectivos de las fuerzas de seguridad. Se espera que los actos se intensifiquen luego de una agudización de la crisis.
Se instauró un toque de queda desde el jueves 3 de septiembre por la mañana en Bagdad y otras tres regiones, y restricciones al acceso a internet. De momento, ningún partido o movimiento político de las varias fracciones que dominan la escena política iraquí se ha puesto al frente de las movilizaciones. El primer ministro, Adel Abdel Mahdi, aseguró: «Tenemos que resolver los problemas de los ciudadanos». Llamó a «regresar a la normalidad en las provincias».
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