Caracas.- «No he visto el sol hasta hoy», fueron las primeras palabras de Bashar Barhoum luego de haber sido liberado por los rebeldes sirios durante la mañana del domingo 8 de diciembre.
El escritor de 63 años estaba en su celda de prisión en Damasco esperando a ser ejecutado luego de siete meses encerrado. Notó que un grupo de hombres estaban en la puerta de su celda, y que estos no pertenecían a las famosas fuerzas de seguridad del expresidente sirio Bashar Al Assad sino a rebeldes que venían a liberarlo. «En lugar de estar muerto mañana, gracias a Dios, me dio una nueva vida», expresó a AP.
Su historia es una de las de tantos presos que fueron liberados por insurgentes que pusieron fin al gobierno de 50 años de la familia Assad en 10 días e irrumpieron en prisiones e instalaciones de seguridad para sacar a decenas de miles de personas que estaban desaparecidas desde que comenzó el conflicto en 2011.
En los videos publicados en redes sociales se ve a decenas de prisioneros celebrando su liberación y que ese gobierno cayó, algunos de ellos descalzos y otros con poca ropa.
Rebeldes derrocan dictadura de Bashar Al Asad en Siria
Mazmorras de tortura, ejecuciones y hambrunas
En Siria, las cárceles son conocidas por sus duras condiciones: grupos de derechos humanos, denunciantes y detenidos aseguran que la tortura es sistemática; también se han denunciado ejecuciones secretas gestionadas por la inteligencia siria en más de dos docenas de instalaciones y otros lugares.
Entre tantas, estaba la prisión militar de Saydnaya, ubicada al norte de Damasco y conocida como el «matadero humano», donde había mujeres detenidas (algunas con hijos), que gritaban mientras los hombres rompían las cerraduras de sus celdas.
Tanto Amnistía Internacional como otros grupos de derechos humanos estiman que entre 2011 y 2016 fueron asesinados 13.000 sirios en esas instalaciones.
«No tengan miedo… ¡Bashar al Assad ha caído! ¿Por qué tienen miedo?», expresó uno de los rebeldes mientras intentaba sacar a las mujeres de sus diminutas celdas abarrotadas. En los últimos 10 días, miles de personas han sido liberadas en las ciudades de Alepo, Homs, Hama y Damasco.