Caracas.- El profesor y dirigente sindical izquierdista, Pedro Castillo, fue proclamado presidente electo de Perú el 19 de julio, luego de un mes y medio de los comicios que le ganó a su contrincante electoral Keiko Fukimori.
Su grito de guerra es revolucionario: «No más pobres en un país rico», sin embargo, su posición sobre políticas sociales: el matrimonio entre homosexuales, el aborto, el consumo de marihuana, la eutanasia, es contraria a quienes la promueven. Se muestra además conservador en temas como la lucha contra la inseguridad y apoya la «mano dura» en términos de orden público.
Ultimátum a extranjeros
Su mensaje fue directo en lo que respecta a la población extranjera que ha ingresado al país andino en busca de oportunidades. De ganar la presidencia, su gobierno dará 72 horas de plazo a los extranjeros que hayan ido a Perú a «faltar el respeto».
«Mientras del otro lado traen a personalidades para llenar al pueblo peruano con ciudadanos de otros países, acá ratificamos que el 28 de julio, a través de un decreto supremo, les daremos 72 horas de plazo a los ciudadanos que han venido de otros países a faltar el respeto», dijo Castillo el 4 de junio ante sus seguidores.
El 31 de mayo, el líder político venezolano Leopoldo López y su esposa, Lilian Tintori, estuvieron en un mitin junto a Keiko Fujimori y llamaron a votar por ella en aras de salvar la democracia.
En el año 2002, Castillo se postuló a la Alcaldía de Anguía por el partido Perú Posible, sin embargo perdió. Fue miembro del comité de Cajamarca en representación de la misma tolda política en la que estuvo hasta 2017.
Reconocido por usar sombrero blanco de ala ancha y un lápiz gigante de plástico durante su campaña electoral, comenzó a salir del anonimato precisamente en 2017, cuando dirigió una huelga de profesores en varias regiones peruanas que se extendió por 75 días, una de las exigencias era el aumento en los sueldos para los maestros de ese país.
En el año 2020 confirmó su postulación para ocupar la Casa de Gobierno en representación del partido Perú Libre luego de la inhabilitación política del líder de esa tolda, Vladimir Cerrón.
Castillo se convirtió con esta victoria en el presidente de la República ajeno a las élites limeñas que han gobernado en la historia del país desde la época de la colonia.