Madrid.- El Partido Popular español (PP), el principal de la oposición, se negó tajantemente este lunes a facilitar un gobierno de coalición entre el Partido Socialista (Psoe) y los «comunistas» de Unidas Podemos (UP), pues sería «letal» para España y un «suicidio» para los conservadores.
Tampoco los liberales de Ciudadanos apoyarán un gabinete de socialistas con «populistas», en alusión a UP, pues éstos «repiten las tesis» de los independentistas catalanes.
El líder socialista español, Pedro Sánchez, que gobierna en funciones desde abril, se reunió este lunes por separado con el presidente del PP, Pablo Casado, y la portavoz parlamentaria de Ciudadanos, Inés Arrimadas, en busca de combinaciones parlamentarias que le permitan repetir como jefe del Ejecutivo tras las elecciones del 10 de noviembre.
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Tras reunirse con Sánchez, Casado aseguró a la prensa que «nadie entendería» en estas circunstancias que su partido se abstuviese en una votación de investidura de Sánchez.
El PP, según Casado, no puede ser el partido que «blanquee» el pacto de gobierno entre PSOE y UP, y mucho menos cuando los socialistas están en conversaciones con los independentistas catalanes de ERC (izquierda republicana) como parte de la estrategia socialista para conseguir la investidura de Sánchez.
Precisamente Sánchez pidió hoy la abstención a Casado y el voto favorable a Arrimadas para impedir que su investidura dependa de los soberanistas y que ERC sea «determinante», explicó la portavoz parlamentaria socialista, Adriana Lastra.
España sin gobierno
Éste fue el primer contacto conocido hasta ahora entre Sánchez y Casado después de los comicios del 10 de noviembre, que ganó el PSOE con mayoría relativa (120 de 350 diputados), de manera que necesita acuerdos con otras fuerzas parlamentarias para que el líder socialista vuelva a ser elegido jefe del Ejecutivo.
El líder socialista fue designado candidato por el rey el 11 de diciembre pasado, sin que se haya fijado aún la fecha de la sesión parlamentaria de investidura, así que parece difícil que pudiera haber nuevo gobierno antes de que acabe este año.
España vive un largo periodo de inestabilidad política desde finales de 2015, con cuatro elecciones parlamentarias desde entonces y una sucesión de gobiernos débiles.
Los socialistas ganaron las de abril pasado con mayoría relativa, pero Sánchez no logró formar gobierno por falta de acuerdo con otros partidos. Esto obligó a la repetición electoral del 10 de noviembre, que tampoco aclaró el panorama político.