El papa Francisco visitó este domingo a los niños que llegaron desde Ucrania huyendo de la guerra tras la invasión de Rusia en los últimos días y se encuentran internados en el Hospital Pediátrico Bambino Gesú, gestionado por el Vaticano.
Francisco visitó por sorpresa la planta donde se encuentran los niños hospitalizados que vienen desde Ucrania, muchos de ellos pacientes oncológicos, pero también algunos pequeños que sufrieron heridas por los bombardeos rusos.
Según la información del Vaticano, en estos momentos hay 19 niños ucranianos entre la sede de Roma y la que tiene el hospital en la localidad de Palidoro, a las afueras de la capital, mientras que los que llegaron desde el inicio de la guerra son unos 50.
«El papa se detuvo en las salas y visitó a todos los pequeños presentes, antes de regresar al Vaticano”, informó la Santa Sede.
Francisco había recordado a los niños ucranianos ingresados en el llamado «hospital del papa» durante la audiencia a los organizadores y niños del Coro Antoniano y había pedido rezar por ellos.
Esta semana, el pontífice también envió un mensaje en el que le agradecía «el servicio, la caridad y el amor por los niños ucranianos heridos».
Entre los ingresados, hay cuatro chicas que llegaron con una asociación de voluntarios y que sufrieron graves heridas de guerra. Dos de ellas sufrieron la amputación del miembro superior y las otras dos niñas presentan un trauma craneofacial bastante severo, explicó a los medios vaticanos el profesor Mario Zama, jefe de Cirugía Plástica y Maxilofacial del hospital.