Caracas.- La Oficina de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para los Derechos Humanos denunció este martes que los cuerpos de seguridad colombianos han ejercido un «excesivo uso de la fuerza» durante la ola de protestas que vive el país, con al menos 19 muertos y 800 heridos, y pidió calma de cara a la convocatoria de manifestaciones para este 5 de mayo.
Responsables de la misión de esa agencia de Naciones Unidas en Cali, una de las ciudades donde se han producido más incidentes violentos, «han sido testigos del uso excesivo de la fuerza por parte de la policía», destacó en rueda de prensa la portavoz de la oficina, Marta Hurtado.
Las fuerzas de seguridad «utilizaron munición real, golpearon a manifestantes y hubo detenciones, en el contexto de una situación tensa y volátil en la que algunos participantes en las protestas también han sido violentos», añadió la portavoz de la oficina que dirige la alta comisionada Michelle Bachelet.
«Ante la situación extremadamente tensa, con soldados y policías desplegados, pedimos calma y recordamos a las autoridades su responsabilidad de proteger los derechos humanos», subrayó la portavoz, de cara al llamamiento general a nuevas manifestaciones este miércoles 5 de mayo.
La oficina se mostró «profundamente alarmada» por los acontecimientos ocurridos la pasada noche en la ciudad de Cali, «en los que la policía abrió fuego contra manifestantes que protestaban por las reformas fiscales, causando varios muertos y heridos».
El alto comisionado indicó que desde que los incidentes comenzaran, el pasado 28 de abril, ha recibido noticias de al menos 14 muertos, sin contar los de la pasada noche en Cali, mientras que la Defensoría del Pueblo colombiana eleva la cifra a 19 fallecidos.
Aunque la mayoría de las muertes se han producido en Cali, la oficina de Naciones Unidas ha recibido también noticias de decesos en Yumbo, otra localidad del departamento del Valle del Cauca, así como en otras zonas del país, tales como Ibagué, Tolima, Pereira, Risaralda, Soacha o Cundinamarca.
«Los agentes de seguridad pública deben cumplir los principios de legalidad, precaución, necesidad y proporcionalidad a la hora de controlar las manifestaciones, y las armas de fuego deben ser usadas solo como último recurso contra una amenaza inminente a la vida o peligro de ser herido gravemente», recordó la portavoz.
Las protestas, surgidas en medio de una pandemia con graves consecuencias económicas para una buena parte de las familias colombianas, tuvieron como detonante una propuesta de reforma tributaria que ya ha sido retirada por el Gobierno, en el que ha renunciado el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla.
La reforma fiscal contemplaba la ampliación de la base tributaria y el cobro del IVA del 19% a los servicios públicos, lo que perjudicaba especialmente a las clases media y baja del país.