La Asamblea de Medio Ambiente de la ONU (UNEA-4) aprobó hoy 15 de marzo en Nairobi, tras cinco días de ardua negociación, una declaración ministerial final para «aumentar los esfuerzos mundiales y atajar desafíos medioambientales comunes».
«Estamos dispuestos a aumentar nuestros esfuerzos de forma ambiciosa para atajar los desafíos medioambientales comunes, incluidos aquellos relacionados con la salud, de una manera equilibrada e integrada», afirma el documento, consensuado en el último momento, lo que retrasó la ceremonia de clausura.
La aprobación fue anunciada por el presidente de la Asamblea y ministro estonio de Medioambiente, Siim Kiisler, durante el cierre del foro, que se ha celebrado en la capital keniana desde el pasado lunes con más de 5.000 representantes y autoridades de 193 países.
Ese acto estuvo cargado de simbolismo por el homenaje a las víctimas del accidente aéreo de Ethiopian Airlines, en el que murieron 157 personas el pasado domingo (incluidos 22 miembros de la ONU), pues varios delegados encendieron velas en un balcón de la sala, una por cada uno de los muertos en medio de gran silencio.
Kiisler, quien cesó en el cargo de presidente de turno de la Asamblea, confirmó la aprobación de un documento final que pone especial énfasis en el problema de la eliminación de la contaminación marina del plástico y de los microplásticos.
Ese punto se aprobó con la reticencia de Estados Unidos, que cree que la lucha contra esto debe hacerse «dentro de un contexto», según explicaron fuentes de la Asamblea, y enfocando el problema en los «países asiáticos que más contaminan los océanos».
El compromiso con la batalla contra los plásticos incluye la eliminación de los de un solo uso para 2030, según explicó el ministro estonio en la rueda de prensa previa a la clausura.
El texto final subraya la determinación por combatir «el daño causado a nuestros ecosistemas por el uso insostenible y el desecho de productos plásticos, incluida la reducción de significativa de productos de plástico de un solo uso antes de 2030».
«Y trabajaremos —añade el documento— con el sector privado para encontrar alternativas asequibles y ecológicas».
Sin embargo, la deforestación fue la gran perjudicada en el documento final de UNEA-4 por la falta de acuerdo entre las delegaciones, pues solo tuvo una discreta mención.
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«Mejoraremos los sistemas y tecnologías nacionales de supervisión medioambiental, incluida la calidad del aire, el agua y el suelo; la biodiversidad, la deforestación, la basura marina, los productos químicos y los desperdicios», indica la declaración ministerial.
En definitiva, la resolución final aboga por «pautas de consumo y producción sostenibles» que se sigan a través de una «economía circular y otros modelos económicos sostenibles».
UNEA-4 reconoce que la «efectiva aplicación de estas acciones requiere políticas propicias y coherentes, buena gobernanza y el cumplimiento de la ley a nivel mundial, regional, nacional, subnacional y local», así como medios económicos.
En ese sentido, varios científicos, académicos y expertos dejaron claro en la sesión de clausura la importancia de luchar por lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU de la Agenda 2030, como temas transversales a los objetivos medioambientales.
La lucha contra la pobreza, la mejora del acceso al agua, el saneamiento, la energía, los alimentos o la gestión de residuos son temas transversales en los que «hay que trabajar de forma conjunta y coordinada con todos los actores y organismos internacionales», señalaron los expertos.
«Es hora de actuar», coincidieron científicos y representantes esta semana en el foro de Nairobi, porque la contaminación va en aumento, se incrementan los efectos adversos del cambio climático y se agudizan la pérdida de biodiversidad y la degradación del medio ambiente, así como la explotación de recursos naturales.
Asimismo, cabe destacar el gran papel que desempeñó la mujer en los debates celebrados en esta Asamblea, en la que se recogió este viernes una resolución sobre la importancia de fomentar programas de igualdad de mujeres y niñas en temas relacionados con el medio ambiente.
«Si educas a una mujer, atraes a una comunidad entera al cuidado del medio ambiente», señaló la directora ejecutiva en funciones de la Asamblea, Joyce Msuya, quien dejará el cargo en dos meses.
Los indígenas, las migraciones o la reducción y control de los productos químicos también están entre los compromisos que los ministros deberán estudiar «de regreso a sus países», afirmó Kiisler.
La próxima UNEA-5 se celebrará en dos años en Nairobi, donde tiene su sede ONU Medioambiente, y el ministro noruego en la materia, Ola Elvestuen, será el encargado de dirigir su organización.
En el acto de clausura, varios ecologistas reclamaron hoy enérgicamente acciones concretas para salvar el planeta, reclamo que fue recibido con aplausos de los asistentes, sobre todo de la activista alemana Rebecca Freitag, quien lanzó una advertencia: «No quieran ustedes tenernos de enemigos».
Con información de EFE