Hong Kong.- La Nochebuena estuvo marcada por nuevos enfrentamientos entre policías y manifestantes en las calles de Hong Kong, que volvieron a presenciar un intercambio de cócteles molotov y latas de gas lacrimógeno.
Durante las primeras horas de la noche del 24 de diciembre, cientos de manifestantes se congregaron en varios centros comerciales a ambos lados del estrecho, adonde también acudieron numerosos agentes antidisturbios.
Se registraron arrestos de manifestantes e incidentes como el de un joven que saltó desde el primer piso en el centro comercial Yoho huyendo de los policías. Fue trasladado consciente al hospital y, según fuentes médicas citadas por el diario local South China Morning Post, se encuentra estable.
Pasadas las 11.00 pm, las fuerzas de seguridad anunciaban que iban a llevar a cabo una operación para dispersar y detener a los manifestantes que cortaban la calle Nathan, la principal avenida de Kowloon, con barricadas improvisadas.
Apenas una hora después, la Policía denunciaba que algunos de los manifestantes se habían negado a abandonar la zona y que habían lanzado cócteles molotov contra la comisaría de Tsim Sha Tsui y prendido fuego a una entrada de la estación de metro de Mong Kok.
hong kong plantea en medio de protestas restringir el acceso a internet
El operador del metro local, MTR, había anunciado el cierre de esa parada y de la de Tsim Sha Tsui para el resto de la noche, a pesar de que es habitual que durante la Nochebuena en Hong Kong los metros operen toda la noche.
Algunos manifestantes radicales también habían reventado los cristales de una sucursal del banco HSBC y provocado un incendio a la entrada; ese banco se ha convertido en el blanco de la ira del movimiento de protesta después de que varias cuentas de una plataforma que recaudaba fondos para manifestantes detenidos y heridos fuesen congeladas por supuesto lavado de dinero.
El Ejecutivo criticó la presencia de banderas independentistas hongkonesas en las protestas de anoche y recordó que promover la secesión de la excolonia británica -que pertenece a China, pero mantiene ciertas autonomías hasta 2047- es anticonstitucional y «no propicio para el interés general y a largo plazo de la sociedad de Hong Kong».
Las protestas llegaron de manera masiva a las calles hongkonesas el pasado 9 de junio a raíz de un controvertido proyecto de ley de extradición, ya retirado por el Gobierno, pero han mutado hasta convertirse en un movimiento que busca una mejora de los mecanismos democráticos de Hong Kong y una oposición al autoritarismo de Pekín.
Sin embargo, algunos manifestantes han optado por tácticas más radicales que la protesta pacífica y los enfrentamientos violentos con la Policía han sido habituales.