El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, consideró este miércoles que la Organización de Estados Americanos (OEA) no está cometiendo ningún tipo de «injerencia» cuando toma medidas para evitar que en Venezuela y Nicaragua se violen los derechos humanos.
Moreno hizo esas declaraciones durante un discurso ante el Consejo Permanente de la OEA, la primera alocución de un presidente ecuatoriano ante ese organismo en 17 años.
«La acción conjunta, ejercida en protección de esos derechos (humanos), no viola el principio de no intervención (…) En este marco se inscribe la posición que Ecuador observa para Venezuela, Nicaragua o para cualquier país, en el que se violen o conculquen los derechos humanos», argumentó Moreno.
El mandatario quiso ser «enfático» en que la aplicación de la Carta Democrática no debe ser interpretada como una «condena hacia un determinado régimen ni mucho menos como una injerencia», puesto que «su aplicación gradual, cuando corresponde, busca asistir y contribuir a la restauración del orden democrático».
La Carta Democrática es un instrumento jurídico que, en sus artículos 20 y 21, contempla trámites diplomáticos contra un Estado miembro donde haya «una alteración del orden constitucional» y, de fracasar esas gestiones, allana el proceso para su suspensión, lo que implica que el Estado dejaría de participar en el organismo.
En sus 70 años de historia, la OEA solo ha suspendido a dos Estados (Cuba y Honduras); mientras que en su Asamblea General de junio de 2018 dio un primer paso para iniciar ese proceso con Venezuela.
El Consejo Permanente OEA inició la aplicación de la Carta a Nicaragua el 11 de enero, pero desde entonces no se ha tomado ninguna iniciativa diplomática específica sobre la crisis en el país centroamericano, que ha dejado tres centenares de fallecidos desde abril de 2018.
En su discurso, Moreno quiso «rendir homenaje» a los miembros del equipo periodístico del diario ecuatoriano El Comercio, asesinados hace más de un año en la frontera con Colombia.
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«Se ha conmemorado un año de su secuestro y asesinato. Desde los primeros sucesos de este crimen, me comprometí a investigar los hechos, a esclarecerlos y a garantizar el derecho a la verdad a sus familiares», resaltó Moreno, cuyo Gobierno y el Estado colombiano han estado colaborando con la Cidh para aclarar el crimen.
Moreno aprovechó su discurso para reiterar su compromiso con la OEA y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Cidh), dos órganos que fueron muy cuestionados por su antecesor en la Presidencia, el expresidente Rafael Correa (2007-2017), quien los consideraba parciales y dominados por Washington.
«Nos hemos reintegrado después de un periodo de desconfianza y recelo», aseveró Moreno.
Fuera de la OEA, se concentraron una decena de ecuatorianos con una bandera de Ecuador y pancartas que pedían la liberación del fundador de WikiLeaks, Julian Assange, preso en Reino Unido después de que Moreno le revocara un permiso de asilo que le permitió vivir en la embajada de Ecuador en Londres durante siete años.