Barranquilla.- Un grupo de migrantes venezolanos realizó una vigilia para orar por la grave situación que enfrenta Venezuela, ante la falta de energía eléctrica que los mantiene incomunicados con sus familiares desde hace cuatro días.
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Desde las 6:00 de la tarde de este lunes 11 de marzo, los compatriotas nacionales se aglomeraron frente a la Catedral María Reina de Barranquilla , para iniciar una cadena de oración de apoyo y solidaridad.
Con velas en las manos, portando la gorra tricolor y una prenda blanca, los venezolanos pidieron de rodillas el cese de la maldad, el odio y rogaron por la libertad de Venezuela, que se encuentra sumida en la peor crisis política, social y económica que haya enfrentado en su vida.
“Llegamos aquí para unirnos en una sola familia. No es fácil emigrar y estar solo en otro país. Gracias a Dios mi hermana se la ingenió y pudo prender y apagar la batería del teléfono y siempre pude comunicarme con ella”, dijo Sonia Colina.
Ante la fuerte brisa que no permitió encender las velas, los venezolanos entraron a la catedral donde pudieron abrazarse y con sus manos entrelazadas, hacer sus peticiones y rezos.
El zuliano Jesús González, de 32 años y vendedor ambulante, se encargó de iniciar la oración.
“Te pido por Venezuela, señor, te pido por cada uno de mis hermanos, cuida de nuestros corazones padre. Te pedimos que cuides a nuestros familiares. No podemos estar sufriendo de esta manera, no es posible que llevemos cinco días sin saber nada de nuestra familia. Mi corazón está confiado señor, que tú lo tienes en tus manos señor”, dijo orando y angustiado.
Por su parte, Zuneyka González, representante de la Comunidad Venezolanos Unidos en Quilla, agradeció a las personas que acudieron al llamado para hacer un encuentro de oración.
“Estamos muy preocupados por esta situación. Dios es el que quita y pone, y es él quien puede meter su mano por Venezuela para solucionar este grave problema, destacó González. Añadió que pudo comunicarse con su mamá luego de tres días.
Al finalizar la oración comenzaron a llegar varios mensajes de textos de amigos y familiares, porque en varias zonas empezó a llegar de forma intermitente el servicio eléctrico.
El grupo de migrantes coincidió en que no se puede perder la fe y es necesario aferrarse a Dios, para poder lograr vencer esta calamidad.