Manuel Merino anunció este domingo 15 de noviembre su dimisión «irrevocable» a la presidencia de Perú e instó a la «paz y la unidad», un paso que abre camino a la solución de la grave y profunda crisis política que afronta el país desde que asumió el poder hace una semana.
Merino anunció su dimisión en un mensaje televisado a la nación, apenas minutos después de que el Congreso exhortara al mandatario a renunciar mientras convocaba a un pleno extraordinario para encontrar una salida constitucional a la crisis y hallar un sucesor al presidente dimisionario.
Nueva jornada de marchas masivas en Perú en rechazo al Gobierno transitorio
El anuncio de la dimisión fue recibido con algarabía y aplausos en las calles, donde miles de ciudadanos proseguían con las protestas para pedir su salida del Palacio de Gobierno.
La brutal represión de la masiva marcha de protesta ciudadana del sábado contra el presidente de transición dejó un balance de dos personas muertas, 94 heridos -63 de ellos hospitalizados- y 42 ciudadanos desaparecidos, según reportan organismos de derechos humanos y fuentes hospitalarias.
Perú despertó este domingo abrumado por unos acontecimientos que pusieron al Ejecutivo de Merino, considerado ilegítimo y criminal por la inmensa mayor parte de la población desde su asunción el pasado lunes, al borde de su disolución, mientras se conocen las consecuencias de una noche de violencia innecesaria que probablemente derive en consecuencias legales.
Un muerto y masivo rechazo en la calle debilitan al presidente Merino
A los dos muertos por disparo de arma de fuego, Inti Sotelo (24 años) y Jack Pintado (22 años), quienes recibieron impactos en el rostro y cuello, hay que añadir a 94 heridos de diversa consideración, 63 de ellos que aún permanecen ingresados en hospitales de la capital.
Este grupo está formado en su inmensa mayoría por hombres jóvenes, menores de 30 años, y por traumas, inhalación de gases tóxicos y e impactos de perdigones, según informó el Ministerio de Salud en un comunicado.