El presidente francés, Emmanuel Macron, va a mantener los contactos directos con la población en sus desplazamientos por el país pese a la cachetada que recibió, señaló el portavoz del Gobierno, Gabriel Attal, que insistió en considerar ese incidente «un acto aislado».
En una entrevista a la emisora Europe 1, Attal reiteró en que «sería incomprensible que se prive a los franceses del contacto con el presidente» por la acción del hombre de 28 años que le dio la bofetada, y que fue inmediatamente detenido por el servicio de protección de Macron, al igual que un amigo.
El portavoz insistió en que el jefe del Estado «va al contacto con los franceses sin filtros» y en el 99,99% de los casos no hay incidentes. A su parecer, lo ocurrido durante un desplazamiento del presidente en el departamento de Drôme, en el sur del país, «es un acto aislado porque no hay que dar la impresión de que lo que hizo ese hombre es representativo de la población francesa».
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Attal consideró «un buen signo» que el conjunto de los responsables políticos condenara inmediatamente la bofetada e hizo hincapié en que «en un país democrático es sano que el debate se produzca en un contexto sin violencia».
El ministro de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire, afirmó este miércoles, en otra entrevista al canal BFMTV, que la agresión a Macron «es un gesto grave contra la nación francesa en su conjunto» que se ha producido en un momento en que hay un deterioro del debate público.
Attal, por su parte, recordó unas polémicas declaraciones del líder izquierdista Jean-Luc Mélenchon, quien el domingo dijo que esperaba que en la última fase de la campaña de las elecciones presidenciales de 2022 haya «un grave incidente o un asesinato», así como ya se habían producido atentados en precedentes comicios.