Caracas.- La fiscal general en el exilio Luisa Ortega Díaz negó este sábado, 24 de abril, las recientes implicaciones en un caso de corrupción que involucra al empresario venezolano Carlos Urbano Fermín, quien esta semana declaró haber pagado 1 millón de dólares en sobornos.
Recientemente, la Fiscalía del Distrito Sur de Florida de Estados Unidos acusó al empresario venezolano Carlos Enrique Urbano Fermín de pagar coimas a una alta funcionaria del Ministerio Público a principios de 2017. El soborno habría sido pagado a la fiscal general en el exilio, Luisa Ortega Díaz, para evitar que sus compañías en Venezuela fuesen investigadas por corrupción a raíz de sus contratos con filiales de Pdvsa.
Según una nota de Joshua Goodman en AP, al declararse culpable, Carlos Urbano Fermín admitió haber pagado alrededor de 1 millón de dólares en sobornos a un “fiscal de alto rango” en Venezuela como “seguro” contra cualquier investigación sobre sus contratos de construcción con Pdvsa.
Ante la publicación, Ortega Díaz publicó este sábado un comunicado en el que asegura que el periodista de AP sustenta las afirmaciones en supuestos testimonios de personas anónimas y no en fuentes documentales, lo que le quita credibilidad a la información que cataloga de “erróneas conclusiones”.
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En su comunicado, la fiscal general en el exilio asegura que no ha recibido dinero por asuntos tramitados por el Ministerio Público durante su gestión, por lo que destaca que cualquier afirmación de ese tipo debe ser demostrada con pruebas. Resalta que en el documento de la fiscalía estadounidense no es mencionada directamente sino que se hace referencia a un “fiscal de alto rango”.
Luisa Ortega Díaz señala que el año pasado hizo gestiones ante la Fiscalía del Distrito Sur de Florida de Estados Unidos y confirmó que no existen investigaciones en su contra, incluso con el hecho mencionado en la nota de AP. Indica, además, que no fue contactada por el periodista ni algún representante de la agencia de noticias antes de la publicación de la nota.
A su juicio, la noticia publicada por AP es una interpretación del periodista “quien a partir de un hecho construye una historia ficticia basada en elucubraciones y exageraciones, quizás con el propósito de conseguir notoriedad (…) No es serio implicar a una persona en la comisión de un delito sin pruebas de ninguna naturaleza”.