Cochabamba.- Un grupo de nueve militares y el alcalde interino de Cochabamba, Iván Tellería, fueron liberados tras permanecer durante horas retenidos por vecinos de esta ciudad boliviana tras un operativo de fuerzas de seguridad en el que hubo varios heridos.
El alcalde declaró a los medios que acudió al lugar «a dar la cara» después de que fueran retenidos los militares, que participaban en un operativo para proteger el acceso de carros basureros a un botadero a las afueras de la ciudad.
«Quedé como garantía para que fueran atendidos» los uniformados, relató Tellería en referencia a si los militares necesitaban asistencia sanitaria.
La autoridad aseguró que no fue maltratado y pidió a los «vándalos» que le retuvieron junto a los uniformados que devuelvan armamento, que les habrían retirado para quedárselo «en custodia».
Tellería dijo que el problema en la zona del basurero se debe a un conflicto vecinal con la Alcaldía de la ciudad.
Un portavoz de Cruz Roja, Nilser Llallagua, declaró a los medios en el lugar que esta organización atendió al menos a siete personas, principalmente por contusiones leves.
El diario Los Tiempos de Cochabamba informó que seis soldados quedaron en observación en una clínica de la ciudad.
El secretario general de la Alcaldía de Cochabamba, Mario Olguín, manifestó a los medios en horas de la mañana que cuando un grupo de unos 60 camiones intentaba ingresar en el basurero, tras días bloqueado por vecinos, «fueron rodeados y agredidos», con daños a personas y vehículos, tras lo que fueron «retenidos» los militares.
El ministro interino de Gobierno (Interior) de Bolivia, Arturo Murillo, denunció en Twitter «la forma violenta, criminal que tratan» a las «Fuerzas Armadas y policías».
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El mensaje en la red social está acompañado de un video en que se ve a un grupo de gente corriendo tras un blindado militar y a varios hombres que rodean a un soldado.
La región de Cochabamba, cuya capital homónima es una de las principales ciudades de Bolivia, registra desde hace semanas hechos violentos en el conflicto que sufre el país desde las pasadas elecciones del 20 de octubre.
El más trágico ocurrió el pasado 15 de noviembre en la ciudad de Sacaba, con nueve muertos por disparos en un operativo militar y policial que cerraba el paso hacia Cochabamba a una marcha de cocaleros afines a Evo Morales.
Los fallecidos en el país son 32 y los heridos más de 800 en actos violentos desde el día siguiente de los comicios, según la Defensoría del Pueblo.
Bolivia lleva sumida en un grave conflicto desde el día después de las elecciones, cuando comenzaron las denuncias de un fraude a favor de Evo Morales, que fue proclamado después vencedor para un cuarto mandato consecutivo.
El pasado 10 de noviembre la Organización de Estados Americanos advirtió en un informe graves irregularidades en los comicios y Evo Morales anunció su renuncia, forzado por las Fuerzas Armadas, para al día siguiente salir a México, donde está asilado.
La renuncia es calificada de «golpe de Estado» por varios Gobiernos y políticos latinoamericanos.
Otros países han reconocido al Ejecutivo interino de Jeanine Áñez, que asumió el poder el pasado 12 de noviembre, y parte de la comunidad internacional ha instado al diálogo sin pronunciarse sobre la crisis política.