Bruselas.- Aunque los tratados y valores de la Unión Europea promueven que nadie sea discriminado por su orientación sexual, la realidad es que el 43 % de las personas Lgbtiq+ en la UE no se sienten tratadas como el resto de los ciudadanos. Y la Comisión Europea quiere remediarlo.
«Todo el mundo debería sentirse libre de ser quién es, sin miedo ni persecución. De eso se trata Europa y eso es lo que defendemos», dijo la vicepresidenta comunitaria de Valores y Transparencia, Vera Jourova, durante la presentación de la primera Estrategia de la Comisión Europea sobre lesbianas, gays, bisexuales, transexuales, no binarios, intersexuales y queer (Lgbtiq+).
Esa hoja de ruta para luchar contra la discriminación Lgbtiq+ en la UE entre 2020 y 2025 tiene esencialmente un cariz simbólico, pues el Ejecutivo comunitario tiene pocas herramientas jurídicas para modificar políticas en áreas donde las competencias recaen sobre los Estados miembros, como la educación o la familia.
La estrategia aboga por incluir en la legislación europea los delitos motivados por discursos de odio homofóbico, legislar para alcanzar el reconocimiento transfronterizo de las familias Lgbtiq+ o elaborar un marco regulador que aborde el riesgo de sesgo y discriminación inherentes a los sistemas de inteligencia artificial, entre otros.
Con la complicidad de los Estados miembros, Bruselas quiere pavimentar el camino para alumbrar una generación europea donde cualquiera pueda «alcanzar su potencial pleno, sin ninguna interferencia, sin importar si es Lgbtiq+ o heterosexual», dijo la eurocomisaria de Igualdad, Helena Delli.
«Queremos cambiar la sociedad y para ello hay que empezar por los cimientos. Tenemos unos cimientos podridos», agregó la eurocomisaria, quien se refirió al acoso (bullying) que lleva a adolescentes homosexuales a suicidarse y llamó a enseñar a los niños «que nadie elige cómo nace y que una sociedad diversa es una más fuerte».
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