La colombiana Caterine Ibargüen, campeona olímpica de triple salto en los Juegos de Río 2016 y plata en Londres 2012, anunció este jueves su retiro del atletismo a los 37 años y tras haber participado en Tokio 2020, donde cedió su trono a la venezolana Yulimar Rojas.
«Estoy muy feliz con las oportunidades que la vida me dio y de haber tenido la posibilidad de mostrar que es posible cumplir sueños. Un capítulo termina ahora, pero la gran historia continúa», dijo la colombiana, citada en un mensaje de Global Sports Communication, la agencia que la representa.
Ibargüen, nacida en Apartadó, en el departamento de Antioquia, se retira como una leyenda del deporte colombiano porque, además de las dos medallas olímpicas, tiene un amplio palmarés que incluye dos títulos mundiales en el triple salto, conseguidos en Moscú (2013) y Pekín (2015).
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Igualmente fue bicampeona panamericana de esta disciplina en los Juegos de Guadalajara (2011) y Toronto (2015).
Otro de los logros de la carrera de la colombiana fue haber sido elegida como Atleta Mundial del año en 2018 por la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) al haberse coronado campeona de la Liga de Diamante en salto de longitud y triple.
Ante el aplazamiento de los Juegos Olímpicos el año pasado, Ibargüen decidió postergar un año su retirada para participar en Tokio en donde fue décima con una marca de 14,25 metros.
Así, como lo manifestó en diversas ocasiones, tuvo una buena participación en los Olímpicos para retirarse «por la puerta grande».
«Estoy feliz por lo hecho aquí en Tokio. Estoy orgullosa de haber portado la bandera de nuestro país y creo que soy una privilegiada por poder disfrutar de unos Juegos más«, dijo esta semana tras participar en sus cuartos Olímpicos.