Dublín.- El primer ministro irlandés, Micheál Martin, anunció este martes, 29 de marzo, la decisión de expulsar del país a cuatro diplomáticos rusos de alto rango por motivos de seguridad.
El jefe del Ejecutivo de Dublín, de coalición entre centristas, democristianos y verdes, explicó este martes, 29 de marzo, en la Cámara Baja (Dáil) que los cuatro altos funcionarios fueron expulsados porque no han desempeñado sus actividades «de acuerdo con los estándares internacionales de comportamiento diplomático».
Martin explicó que tomó esa decisión después de recibir este lunes asesoramiento de seguridad por parte de las autoridades competentes. El «taoiseach» (primer ministro) aseguró que la medida envía un «claro mensaje» sobre el rechazo de Irlanda a la invasión rusa de Ucrania.
El líder centrista también señaló que el embajador ruso en Dublín, Yury Filatov, fue llamado hoy a consultas por su ministro de Asuntos Exteriores, Simon Coveney, para pedirle explicaciones al respecto.
La oposición aprovechó el anuncio efectuado por Martin para volver a pedir la expulsión de Filatov, pero el primer ministro recordó que ha abordado este asunto con el resto de países comunitarios y que no se ha alcanzado una posición conjunta.
En este sentido, el «taoiseach» repitió que prefiere mantener una presencia diplomática rusa en su país para disponer de «canales de comunicación».
Antes que el irlandés, el Gobierno de Bélgica decidió este martes expulsar a 21 personas acreditadas como diplomáticos en la embajada de Rusia en Bruselas y en el consulado general ruso en Amberes, por su implicación en operaciones de espionaje e influencia que amenazan la seguridad del país.
La medida se adoptó en coordinación con Países Bajos, que también anunció este martes la expulsión de 17 «oficiales de inteligencia» de Moscú que estaban adscritos a las representaciones rusas en este país bajo cobertura diplomática y argumentó, al igual que las autoridades belgas, que la presencia en el país de estos espías es una amenaza para la seguridad nacional.