Caracas.- La escuela de la niña Camila Moros queda aledaña al hotel-Saratoga. Con cinco estrellas, era considerado uno de los más lujosos de La Habana, en Cuba, pero colapsó el pasado 6 de mayo tras una explosión por un escape de gas.
El lamentable suceso ya cobró la vida de 32 personas y otras 84 resultaron heridas. Las tareas de rescate continúan sin descanso entre los escombros del edificio de siete pisos que colapsó.
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El periodista y escritor cubano, Jorge Sariol, contó a través de una de sus columnas publicada en el medio cubano Juventud Rebelde, los momentos que vivió Camila, quien estaba junto a sus compañeros del 6to grado, en uno de los salones de la escuela primaria Concepción Arenal, cuando escuchó la fuerte detonación.
«No recuerda muy bien lo sucedido: en su memoria solo quedó la imagen de su amigo, Leo, con una gota de sangre que corría por su cabeza, la de una niña paralizada por el terror y a otros dos», reseña el artículo publicado el 7 de mayo.
La pequeña también contó que la maestra apareció en medio de la nube de polvo que se formó y los ayudó a todos a salir de la institución para ponerlos a salvo, aunque para ese momento no entendían muy bien lo que ocurría.
«¡Por la escalera del frente no, por la metálica, todos, vamos, vamos!», recuerda que decía su maestra, según el testimonio recogido en el portal. Los niños, que en un primer momento estaban en shock, comenzaron a reaccionar y a correr sintiendo como se tambaleaba la estructura.
Salir les llevó apenas unos minutos. Afuera, ya a salvo, logró ver a otros de sus compañeros y pudo además reencontrase con su mamá que estaba en un edificio cercano a su escuela y al hotel que se derrumbó tras la explosión.
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El día de la tragedia, Camila estaba preparando una fiesta sorpresa por el Día de las Madres a su maestra María Victoria Salomón. La explosión derribó parte de las paredes de concreto de la institución y afectó otros 17 edificios colindantes.
El Saratoga fue construido en 1880 y desde 1911 funcionaba como un hotel. Su última restauración tuvo lugar en 2005. Este 8 de mayo continuaban las labores de los rescatistas para intentar encontrar sobrevivientes.
«Llevamos más de 44 horas ininterrumpidas en las acciones de rescate y salvamento, pero no terminaremos de trabajar hasta que no aparezca el último trabajador que esa familia espera en casa», declaró a Efe el intendente del municipio La Habana Vieja, Alexis Acosta.
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