La Paz.- El nuevo Gobierno interino de Bolivia acusó este jueves 14 a Cuba y a Venezuela de estar detrás de la violencia en el país para apoyar a Evo Morales, ahora en México, a quien le reclamó su retorno.
La ministra de Comunicación de Bolivia, Roxana Lizárraga, declaró a los medios en La Paz que su Gobierno no reconoce a Nicolás Maduro como presidente de Venezuela, a quien calificó de dictador, sino al líder del Parlamento, Juan Guaidó, como mandatario encargado del país.
Lizárraga advirtió de que su país no quedará «de rodillas» por un complot de las embajadas de Cuba y de Venezuela en Bolivia, ni por las acciones que pueda llevar a cabo Morales desde México.
En este contexto, afirmó que el embajador de Cuba en Bolivia, Carlos Rafael Zamora, al que citó como «el Gallo Zamora», es parte de la inteligencia cubana que intervino en conflictos en Nicaragua y en Ecuador.
La ministra dijo que supuestos agentes cubanos pagan presuntamente a seguidores de Morales para que hagan actos violentos por orden del que fuera presidente del país, pero con dinero del Estado boliviano, según manifestó.
LEE TAMBIÉN
EXPRESIDENTA CHINCHILLA DICE QUE CRISIS EN BOLIVIA VA HACIA SALIDA INSTITUCIONAL
Roxana Lizárraga citó informaciones sobre la detención en las últimas horas en Bolivia de varios cubanos con miles de bolivianos, la moneda de Bolivia. Igualmente, señaló que existe el temor de que el gobierno de Nicolás Maduro haya distribuido unas 200.000 armas por Suramérica, algunas de las cuales muy posiblemente estén en Bolivia.
Asimismo, la ministra se preguntó cómo verán los mexicanos supuestas relaciones con carteles del narcotráfico, de las que, aseguró, algunas investigaciones periodísticas acusan a Morales. La autoridad reclamó a México que devuelva a Morales a Bolivia, después de haberle concedido asilo.
Lizárraga advirtió que se investigará a quienes puedan cometer un delito de sedición y alertó sobre una conspiración instigada por el último ministro de Presidencia de Morales, Juan Ramón Quintana, en paradero desconocido, y Raúl García Linera, un hermano del que fuera su vicepresidente, Álvaro García Linera, exiliado en México. A ambos los acusó de actuar con una línea terrorista con el objetivo, por parte del oficialismo afín a Morales, de «que haya muerte, que haya sangre» en Bolivia.
La ministra criticó al Movimiento al Socialismo (MAS) de Morales por incumplir la Constitución e indicó que tendrá que rendir cuentas por haber sido «un ladrón del voto y de la democracia».