El rotativo estadounidense The New York Times asegura, de acuerdo con fuentes ucranianas, que los rusos han perdido terreno en esta región vecina al Donbás, donde están las autoproclamadas repúblicas de Donestk y Lugansk, ambas reconocidas por Moscú. Precisamente, el Ejército ruso pretende controlar Járkov para poder asegurarse el éxito de la ofensiva que ha lanzado sobre esas dos regiones prorrusas.
De confirmarse esta situación sería uno de «los mayores reveses sufridos por Rusia desde su retirada de Kiev el mes pasado», destacó el diario. Las autoridades ucranianas creen que el Kremlin probablemente redirigirá las tropas ahora hacia el sureste, donde se dice que está reforzando sus fuerzas en Izium, una ciudad que capturó el mes pasado.
Crucial centro de operaciones
Izium, a unas dos horas al sureste de Járkov, se ha convertido en un centro de operaciones crucial para Rusia que, al parecer, está logrando avances en la región oriental del Donbás, donde la lucha ha sido implacable y sus fuerzas son ayudadas por grupos paramilitares prorrusos.
En las últimas semanas, Rusia trata de establecer un corredor que le permita a sus tropas moverse desde el este de Ucrania hasta la península de Crimea. Para ello, ha redoblado su ofensiva en el Donbás y trata de hacerse con el control total de la ciudad portuaria de Mariúpol, donde apenas un reducto de soldados ucranianos, en su mayoría del regimiento Azov, resisten atrincherados en las instalaciones de la acería de Azovstal.
Rusia envía nueva artillería
Rusia está enviando artillería adicional a su zona fronteriza del sur, en la región de Briansk, limítrofe con el norte de Ucrania, para ampliar los bombardeos en los asentamientos de la región de Chernígov, cercanos a Kiev.
Según el último informe del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de Ucrania publicado este viernes en Facebook, las tropas rusas no han cesado en las últimas horas en sus ataques contra varias regiones del país.
Con información de EFE