París.- El Gobierno de Francia va a desplegar 40.000 policías y gendarmes para tratar de impedir los disturbios que se han producido en las 2 últimas noches tras la muerte de un joven de 17 años por los disparos de un agente en Nanterre, una ciudad cerca de París.
El ministro de Interior, Gérald Darmanin, hizo el miércoles un llamado a la calma antes de anunciar ese dispositivo de las fuerzas del orden y de asegurar que se conocerá toda la verdad sobre los hechos que están en el origen de los altercados, que calificó de drama.
En el origen de este estallido está la muerte de Naël, un joven de 17 años con antecedentes que conducía sin carnet y que, después de ser detenido por una pareja de policías, trató de escapar con el vehículo y recibió entonces un tiro mortal.
Muerte de Naël
Naël, un joven que el martes por la mañana conducía sin permiso un Mercedes deportivo amarillo de alquiler por las calles de Nanterre, en las afueras de París, fue detenido por una pareja de motoristas de la Policía.
Un video de los hechos grabado por un testigo a distancia muestra cómo uno de los agentes, un brigadier de 38 años, apuntaba directamente al menor con su arma junto a la ventanilla del conductor, mientras el otro hablaba con él en ese mismo lado.
El disparo se produjo en el momento en que el coche aceleraba, sin amenazar directamente la integridad de los policías, que fue, sin embargo, lo que alegaron en un primer momento el policía autor del tiro, que se encuentra detenido, y su colega.
La Justicia abrió dos investigaciones, una por homicidio voluntario cometido por una persona depositaria de la autoridad pública, que concierne directamente la responsabilidad de ese brigadier. La segunda por saltarse un control policial tiene que ver con el comportamiento de Naël, un procedimiento que ha provocado la indignación de la familia del joven.
Reacciones
Kylian Mbappé, delantero del PSG y estrella de la selección de Francia, calificó de inaceptable la muerte del menor por disparos de la policía. «Me duele Francia. Estoy con la familia y los allegados de Naël, este angelito que se ha ido demasiado pronto», escribió en su Twitter.
«Nada justifica la muerte de un joven. Es inexplicable, imperdonable», dijo por su parte el presidente de Francia, Emmanuel Macron, a la noticia de que un joven de 17 años de edad había muerto a manos de la policía durante un control de tráfico.
Este hecho ha generado una reacción política, sobre todo, de algunos responsables de izquierdas que han denunciado el gran número de muertos a manos de la policía que tratan de ampararse en la legítima defensa, en particular cuando un automovilista se salta un control.
150 detenidos
Al menos 150 personas fueron arrestadas en la segunda jornada de altercados, que se tradujeron también en ataques a 90 edificios públicos (como ayuntamientos, escuelas, comisarías o tribunales), muchos de ellos incendiados, como decenas de coches.
Para Gérald Darmanin, detrás de eso no hay un simple movimiento espontáneo de protesta por la muerte del menor Nahël en Nanterre, sino una clara voluntad de combatir los símbolos y los valores de la República francesa.
Riesgo de nuevos altercados
La madre del joven asesinado ha hecho una convocatoria para una marcha que se celebrará este jueves ante la Prefectura (delegación del Gobierno) de Nanterre y, lejos de los llamados a la calma de responsables oficiales, ha pedido una revuelta por su hijo.
Macron, que insistió en que hay que impedir que la situación se incendie, pidió a la Justicia que actúe rápido, pero con la serenidad necesaria para establecer la verdad.
Su primera ministra, Élisabeth Borne, fue más lejos al hacer notar que las imágenes del control hacen pensar que no se ha respetado el marco de intervención legal y avanzó que una vez que la Justicia determine lo que ocurrió dictarán las consecuencias.
La ley de 2017 autoriza a los agentes a utilizar sus armas cuando no pueden inmovilizar por otros medios los vehículos que se saltan un control y que son susceptibles de atentar contra la vida o la integridad de otras personas.
Los expertos calculan que, desde entonces, se han quintuplicado los tiros de los policías contra coches que fuerzan sus controles y ha aumentado el número de muertos.
Con información de EFE