Stepantsminda (Georgia).- El temor a ser movilizados por Rusia y el miedo a que el Kremlin cierre las fronteras ha provocado que miles de rusos en edad militar crucen a Georgia por el paso de Verjni Lars.
«Hice el servicio militar y puedo ser movilizado para luchar contra Ucrania, pero yo no quiero eso. ¿Para qué o para quién lo tengo que hacer?», afirmó un hombre, de 33 años, tras cruzar el paso fronterizo entre Osetia del Norte y Georgia.
El hombre, oriundo del balneario ruso de Sochi, en el mar Negro, confiesa que ha dejado en casa a su mujer y su hijo. «Intentaré traerlos a Georgia cuanto antes, pero primero tengo que empezar a trabajar y alquilar un apartamento», explica.
Según el ministro georgiano del Interior, Vajtang Gomelauri, actualmente entran al país caucásico 10.000 rusos al día, lo que supone entre un 40 o 45 % más que antes del 21 de septiembre, cuando Putin decretó la movilización parcial.
Por otra parte, en Kazajistán, una exrepública soviética de Asia Central, las autoridades informaron que 98.000 ciudadanos rusos han llegado al país desde el 21 de septiembre, sin proveer datos de comparación con la semana anterior.
El presidente kazajo, Kasim Jomart Tokayev, afirmó que protegerá a los rusos que huyen hacia su país. ”Estos últimos días, mucha gente viene de Rusia a nuestro país. La mayoría están obligados a raíz de una situación sin salida”, declaró el mandatario.
Para el miércoles, 28 de septiembre, la región rusa de Osetia del Norte introdujo un régimen de alerta elevada en varios distritos del territorio y restringió la entrada de vehículos ligeros ante los miles de rusos que evitan ser movilizados.
Una imagen de satélite proporcionada por Maxar Technologies muestra a personas y vehículos haciendo cola para cruzar el puesto de control de Upper Lars, en la frontera entre Rusia y Georgia, el martes 27 de septiembre de 2022.