Madrid.- Felipe VI reclamó una apuesta decidida por la consolidación de la democracia y el Estado de Derecho en Latinoamérica en un contexto en el que la región vive diversas crisis de índole política y socioeconómica.
El rey transmitió este mensaje en su intervención en la tradicional recepción anual a los representantes del cuerpo diplomático acreditado en España, celebrada en el Palacio Real de Madrid.
Acompañado por la reina Letizia y la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González, el monarca resaltó la relación única de España con América Latina y los vínculos crecientes con ella.
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Una apuesta que ha situado en «la consolidación de la democracia y el Estado de Derecho y el respeto de los derechos humanos y las libertades individuales como señas irrenunciables de nuestra identidad y garantes de nuestro progreso y estabilidad».
Sus palabras fueron escuchadas por los representantes de América Latina presentes en el acto, entre los que se encontraba la encargada de negocios de la Embajada de Venezuela en España, Livia Soledad Suárez.
No había ningún responsable de Bolivia, país que no tiene en la actualidad ningún representante diplomático en España.
El rey de España recordó que este año se celebrará por primera vez la Cumbre Iberoamericana en Andorra y reiteró el compromiso de España con el Principado para colaborar en la organización de este evento.
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Asimismo, aseguró que España mantiene firme su compromiso con los procesos de integración regional, en particular con la Alianza del Pacífico, y continuará impulsando el fortalecimiento de los lazos con Europa.
En ese contexto, mostró su satisfacción por los avances en el proceso negociador de la UE y Mercosur y en la modernización del acuerdo entre la Unión Europea y México.
Respecto a la reciente salida del Reino Unido de la Unión Europea, Felipe VI abogó por que España mantenga una relación basada en «fundamentos sólidos» con ese país una vez consumado el Brexit, un momento «triste», consideró.
Reafirmó «la vocación europeísta» de España y el deseo de ser «uno de los motores europeos» para liderar una mayor integración en la construcción comunitaria y consolidarse como actor relevante en el contexto internacional.
También consideró «prioritario mantener y ampliar las mejores relaciones» con Estados Unidos.
Sobre el conflicto ente Israel y los palestinos, estimó «urgente» que «negocien directamente una solución que tenga en cuenta sus aspiraciones respectivas, de acuerdo con las resoluciones de la ONU y los parámetros acordados internacionalmente».