Anna Terró, directora de la Fundación Internacional y para Iberoamérica de Administración y Políticas Públicas (Fiiapp), insta a la Unión Europea (UE) y, en particular a España a estar atentos a la situación de migración en Latinoamérica, pues asegura este éxodo afecta al continente europeo.
Terró fue una de las participantes en el seminario «Desplazamientos y migraciones en América Latina y el Caribe» que se celebró este 16 de diciembre en Madrid, donde los expertos coincidieron en que el principal reto de Latinoamérica en el ámbito migratorio es gestionar la diáspora venezolana y las consecuencias de la política migratoria restrictiva de Estados Unidos con el Gobierno de Donald Trump.
La directora de Fiiapp agregó que la crisis de Venezuela ha supuesto una ruptura en las relaciones migratorias tradicionales entre la UE y América Latina, porque es la primera vez que este continente está siendo tierra de asilo para la migración. «La diáspora de venezolanos ha impactado con cifras superiores a la Siria«.
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Por su parte, Diego Acosta, catedrático de Derecho Europeo y de Inmigración de la Universidad de Bristol (Reino Unido), coincidió en este punto de vista, según las cifras que aportó 4,8 millones de venezolanos han abandonado el país, de los cuales el 80% se encuentran en Latinoamérica.
«Es la primera vez que en un siglo se genera un número tan alto de migración, por ejemplo en Colombia se encuentran alrededor de 1,5 millones de venezolanos», agregó Acosta. Mientras que para Terró, las políticas migratorias de España y de la Unión Europea también se enfrentan a una nueva etapa, caracterizada por el aumento de las peticiones de asilo por parte de la población centroamericana.
Estados Unidos y México
El sociólogo y economista de Guatemala Rolando Castillo, presente en el seminario, declaró que desde el año 2015 ha aumentado la migración de población proveniente de países como Honduras. Para Castillo, el cambio en las políticas migratorias de los gobiernos de Estados Unidos (EE. UU.) y México ha supuesto una «criminalización de la población migrante, el surgimiento de xenofobia y la búsqueda de nuevos destinos».
Frente al fenómeno de las migraciones en América Latina y el Caribe, Terrón añadió que la UE puede colaborar con los países en el intercambio de información y experiencias sobre la gestión fronteriza, por ejemplo para «combatir la criminalidad y trata de personas, aportar conocimientos en el ámbito de cooperación transfronteriza y otorgar elementos para la integración».
Con información de DW