Mike Pompeo, Secretario de Estado de EEUU desde el año pasado, anunció la retirada del personal restante de su embajada durante el transcurso de la semana. » Esta decisión refleja el deterioro de la situación en Venezuela, así como la conclusión de que la presencia del personal diplomático de los Estados Unidos en la Embajada se ha convertido en una restricción a la política estadounidense», enfatizó el representante.
Posteriormente el canciller Jorge Arreaza utilizó su perfil de Twitter para liberar un comunicado con «la decisión del Gobierno Bolivariano de Venezuela de dar por terminadas las conversaciones con EEUU para el establecimiento de oficinas de intereses».
En el documento se especifica que vencido el plazo original de treinta días y la extención de quince adicionales, la República Bolivariana de Venezuela «ha resuelto no conceder una nueva prórroba para la permanencia de lo agentes diplomáticos estadounidenses aún presentes en el país» y que la permanencia en territorio venezolano de dicho personal «entraña riesgos para la paz, la integridad y la estabilidad del país», afirmando que voceros del gobierno de Donald Trump han amenazado con el uso de la fuerza militar con el pretexto de proteger a su personal en Caracas, y acusando a dichos voceros -no especificados- de dirigir personalmente operaciones bandera para «justificar una intervención».
Posteriormente el senador Marco Rubio negó que la salida del personal estadounidense guarde relación con el vencimiento del plazo impuesto por Nicolás Maduro, afirmando que se trata de una decisión unilateral en vista de que la embajada no posee energía eléctrica y los hospitales locales no pueden proveer servicios médicos. También calificó como falso tanto el anuncio de Arreaza como el cese de las conversaciones para establecer oficinas de intereses.