Caracas.- Cada 21 de diciembre se celebra el Espíritu de la Navidad, una tradición perteneciente a los países nórdicos (Dinamarca, Finlandia, Islandia, Noruega y Suecia) y que desde hace varios años ha sido adoptada en muchas culturas a escala mundial, como parte de las costumbres características de esta época.
Según una leyenda nórdica, hace más de 80.000 años un ser de una galaxia lejana aterrizó en la tierra y se instaló en una región del norte, en la zona que actualmente se conoce como la península escandinava. Se trataba de un viajero alegre que predicaba sus conocimientos y repartía regalos y bendiciones durante su recorrido.
Cuando se pregunta quién es o qué es el Espíritu de la Navidad, la respuesta varía según la creencia religiosa de las personas: por un lado se habla de esta criatura nórdica que repartía regalos y bienes materiales, pero por otro también se habla de una energía angelical que trae riquezas a todo nivel.
21 de diciembre
Esta festividad navideña se da el 21 de diciembre, día en que la tierra entra en el solsticio de invierno en el hemisferio norte, es decir, cuando el planeta se encuentra en el punto más lejano de su órbita con respecto al sol.
Esta fecha es la ocasión propicia para que, entre las 10 y unos minutos pasada la medianoche, el Espíritu de la Navidad baje a la tierra y visite a los hombres de buena voluntad, que le dan la bienvenida. Este recibimiento se retribuye con abundancia, paz y amor en los siguientes 12 meses.
Un ritual para nuevo año
Aquellas personas creyentes en el Espíritu de la Navidad, el 20 de diciembre hacen el ritual de la limpieza de su vivienda, con el objetivo de recibir, al día siguiente, al solsticio de invierno con el hogar libre de energías negativas.
El 21 de diciembre, con su casa limpia y después de cenar, encienden velas de color naranja, rojo y doradas, y aromas de mandarina o limón para, posteriormente, proceder a escribir sus deseos para el año venidero.
Por lo general, los deseos que se le piden al Espíritu de la Navidad se escriben en orden de prioridad de mayor a menor y se recomienda pedir, en primer lugar, por el bienestar y la paz mundial, hasta llegar a los deseos más personales.
Luego de tener la carta lista, se cortan en tiras y se guardan hasta la visita del año siguiente, para iniciar el nuevo ritual con la quema de aquellos deseos que se cumplieron.