Caracas.- En las recientes elecciones parlamentarias en Francia, la izquierda se consolidó principal fuerza política. Con 556 de los 577 escaños de la Asamblea Nacional francesa ya asignados, el Nuevo Frente Popular (NFP) ha obtenido 176 curules, además de otros 12 independientes de izquierda.
Frente al bloque izquierdista, el macronismo consiguió 156 escaños. Por otro lado, la Agrupación Nacional (Rassemblement National, RN), liderada por Marine Le Pen, se estableció como la tercera fuerza en la cámara con 140 diputados.
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El grupo conservador Los Republicanos (LR), que ha enfrentado escisiones internas debido a la propuesta de su líder Éric Ciotti de aliarse con la ultraderecha, ha asegurado 45 escaños. Otros grupos diversos de derecha han obtenido 15 escaños, mostrando una fragmentación dentro del bloque conservador.
A pesar de no contar con una mayoría absoluta, los líderes de las distintas familias que integran el NFP, como el socialista Olivier Faure, y el líder de La Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, han exigido que el próximo Gobierno sea de la coalición de izquierdas.
El primer ministro, Gabriel Attal, ha anunciado que presentará su dimisión al presidente francés, Emmanuel Macron, debido a los resultados de las elecciones parlamentarias, en las que el bloque macronista perdió la mayoría en la Asamblea Nacional.
La pérdida de la mayoría significa que el actual Gobierno ya no cuenta con el respaldo necesario para impulsar su agenda sin negociar extensamente con otras fuerzas políticas.
En el ámbito internacional, figuras políticas como el primer ministro de Polonia, Donald Tusk, han expresado su satisfacción por los resultados, señalando que el freno a la ultraderecha en Francia es un motivo de alegría en varias capitales europeas. Tusk destacó la importancia de este resultado para la estabilidad y las alianzas políticas en Europa.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, también ha felicitado a la izquierda francesa por su triunfo. En un mensaje en la red social X, Maduro celebró la victoria del NFP y expresó su apoyo a los movimientos sociales y fuerzas populares.
En algunas ciudades del país las manifestaciones para celebrar la victoria de la izquierda desembocaron en enfrentamientos con las fuerzas del orden, como en Lyon, Rennes, Lille y Nantes, donde habían sido prohibidas, lo que provocó intervenciones policiales para desalojarlas con gases lacrimógenos.
Con información de EFE.