Washington.- El jefe del Comando Sur de las Fuerzas Armadas de EE. UU., almirante Craig Faller, confirmó este martes 9 de julio la presencia de tropas rusas en Venezuela a pesar de que el presidente, Donald Trump, dijo en junio que el Kremlin le había garantizado que había retirado la mayoría de su personal militar de ese país.
«Hay tropas rusas y hay contratistas del sector de defensa rusos en Venezuela, prestando apoyo al régimen de (el presidente Nicolás) Maduro», denunció Faller durante una comparecencia este martes ante el comité de Servicios Armados del Senado de EE. UU.
A finales de marzo, el gobierno del presidente Vladimir Putin envió a Caracas dos aviones con unos 100 militares, alegando que se trataba de especialistas castrenses que realizaban labores de mantenimiento de equipos suministrados a Venezuela.
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Washington criticó rápidamente esta maniobra, que llegó a ser tildada de amenaza directa por parte del asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton.
A los pocos días, no obstante, Trump afirmó en un mensaje de Twitter que Moscú le había asegurado que había comenzado a retirar a sus militares.
«Rusia nos ha informado de que ha retirado a la mayoría de su personal de Venezuela», dijo el mandatario en un breve tuit, una información que acabaría siendo desmentida por el presidente Putin apenas tres días más tarde.
Este martes, durante la audiencia, Faller reiteró que Rusia ejecuta en Latinoamérica, al igual que en el resto del mundo, una campaña de desinformación cuyo objetivo es desorientar a los ciudadanos.
Asimismo, el almirante advirtió a los senadores de la creciente injerencia rusa en Latinoamérica y denunció que Moscú pretende sembrar la discordia y la falta de confianza entre los países de la región, para impulsar a naciones autocráticas como Cuba, Venezuela y Nicaragua.
Faller realizó a finales de junio una gira por Suramérica que lo llevó a visitar Argentina y Chile; el principal objetivo de esta era fortalecer las alianzas estadounidenses en la región ante la creciente influencia de países como Rusia y China.
EFE