El Gobierno de EE.UU. ha anunciado este viernes una serie de medidas que endurecerán aún más el embargo comercial que pesa desde hace más de medio siglo sobre Cuba y aseguró que es una represalia por el apoyo que La Habana ofrece al gobierno de Nicolás Maduro.
Las nuevas sanciones, que entrarán en vigor el lunes 21 de octubre, fueron hoy recogidas en un borrador que publicó el Departamento de Comercio en el Registro Federal, el boletín oficial del Gobierno en el que se difunden leyes, propuestas normativas y avisos públicos.
El objetivo de las nuevas sanciones es hacer que «el régimen cubano sea responsable por la represión del pueblo cubano y su apoyo al régimen de Maduro en Venezuela«.
«El régimen cubano niega a su gente las libertades fundamentales mientras que mantiene a Maduro en el poder usando sus fuerzas cubanas de seguridad y de inteligencia», afirmó el Ejecutivo estadounidense en el borrador de la normativa.
De acuerdo a ese documento, a partir del lunes, EE.UU. prohibirá al resto del mundo vender a Cuba artículos que contengan un 10 % de componentes estadounidenses, lo que supondrá un cambio sustancial pues hasta ahora se podían exportar productos que tuvieran hasta un 25% de piezas hechas en Estados Unidos.
Asimismo, se establece que solo podrán venderse en Cuba aquellas infraestructuras de telecomunicaciones que faciliten el «libre» flujo de informaciones entre el pueblo cubano.
También se prohíbe a compañías y ciudadanos estadounidenses comprar «artículos de promoción» del sistema político cubano, aunque se permitirá su adquisición si proviene del sector privado.
Por regla general, EE.UU. permite donaciones de material científico, cultural y educativo destinado a «apoyar al pueblo cubano»; pero, ahora, ha incluido una excepción en la normativa vigente para dejar claro que ni el Ejecutivo ni el Partido Comunista de Cuba pueden beneficiarse de esas concesiones.
En EE.UU. no hubo ningún anuncio oficial para dar a conocer las nuevas medidas, que podrían sufrir modificaciones hasta que se hagan oficiales el lunes. Entretanto, en Cuba, la respuesta del Ejecutivo llegó poco después de que se publicara el borrador de las sanciones.
En un mensaje en Twitter, el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, afirmó: «#EEUU anuncia nuevas medidas de recrudecimiento del bloqueo contra #Cuba».
Y añadió: «Esta acción es expresión de impotencia, degradación moral y desprecio imperial. Es un acto inhumano, cruel, injusto y genocida que rechazamos enérgicamente. No nos rendiremos y daremos soberana respuesta».
El canciller cubano, Bruno Rodríguez, también condenó las medidas de EE.UU. y consideró que son «representativas de una política en bancarrota moral, aislada internacionalmente y promovida por un Gobierno corrupto».
Desde que llegó a la Casa Blanca en enero de 2017, el presidente Donald Trump ha endurecido la política hacia Cuba con reducciones del personal diplomático, el aumento del embargo comercial, restricciones a los cruceros y limites a los viajes de estadounidenses a la isla.
El recrudecimiento de las sanciones se ha dejado notar en la isla, entre otros ámbitos en el turismo, con un descenso de las visitas.
Según dijo a Efe John Kavulich, presidente del Consejo Comercial y Económico EE.UU.-Cuba, las nuevas sanciones suponen «otro nuevo paso más cerca» para que tanto Venezuela como Cuba sean incluidos en la lista de países patrocinadores del terrorismo que elabora el Departamento de Estado, de la que la isla salió en 2015.